Las bandas quieren optar al Princesa de Asturias y al reconocimiento de la Unesco

Conseguir el Premio Princesa de Asturias y la Declaración de Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la Unesco es uno de los objetivos de la Federación de Sociedades Musicales de la Comunitat (FSMCV) para los próximos años. La entidad inicia una nueva etapa tras la renovación de la junta directiva en la 50ª asamblea general celebrada ayer en el Palacio de Congresos. La única candidatura presentada es la encabezada por Pedro Rodríguez, que extenderá su presidencia cuatro años más. Ayer obtuvo el 86% de los votos posibles.

Entre los retos del mandato está impulsar los trámites para ser propuestos a dos de los mayores reconocimientos a los que se puede aspirar en el ámbito cultural. El punto de partida es la declaración de las bandas de música como Bien de Interés Cultural inmaterial (BIC). Así lo explicó el presidente: «El BIC supone el inicio de muchas cosas, sin esta declaración era imposible ir a por las otras, que suponen el paso siguiente», dijo en relación a la preparación de las candidaturas, si bien reconoció que será complicado.

También confió en que la declaración de BIC sirva para «concretar medidas de salvaguarda que ahora se plasman de manera muy genérica», y contribuya a «blindar» la sostenibilidad financiera y el mantenimiento de campañas ya existentes, como las ayudas a las escuelas de música, de contratación de profesorado, de intercambio de profesionales o de rehabilitación de locales. En este sentido, estudiarán si «como se deduce de la normativa, también permite la exención en el pago del IBI de los locales».

Otro eje del mandato pasa por fomentar la empleabilidad, o más bien tratar de diversificarla, concienciando de que la condición de músico aporta valor añadido. «Generamos muchos profesionales y las salidas son pocas. Las escuelas de música siguen siendo lugares de empleo, y también está la enseñanza Secundaria, pero queda trabajo por hacer en cuanto a las ocupaciones alrededor de la música», añadió Rodríguez. «Por ejemplo, siempre será mejor que el productor de un espectáculo en vivo sea músico, y lo mismo pasa con un ingeniero de sonido. O si eres un abogado que quiere especializarse en propiedad intelectual. Son cosas que no se han puesto en valor nunca, y sin duda aportan un valor añadido al que genera otra titulación, y más en una tierra con tanta industria musical», dijo.

En la asamblea se aprobó la modificación de los estatutos para ampliar los fines de la federación e impulsar los sellos FSMCV Edicions y FSMCV Produccions. El objetivo es aumentar los rendimientos de los derechos de propiedad intelectual derivados de las creaciones de las bandas, para que los ingresos que puedan generar repercutan en las organizaciones. Acogerán partituras, publicaciones y producciones fonográficas y audiovisuales.

Durante la mañana, el presidente Ximo Puig reivindicó a las bandas como un elemento que «une a todos los valencianos» y ayuda a vertebrar la Comunitat. En cuanto a la nueva junta directiva, el 45% de los miembros son nuevos, y las edades están comprendidas entre 18 y los 64 años. La mitad son mujeres, el 60% tienen titulaciones universitarias y el 80% desarrollan trabajos alrededor de la música. Tras la asamblea se celebró un concierto para conmemorar el 50 aniversario de la federación, que corrió a cargo de la Joven Banda Sinfónica. Y durante la misma se conocieron los premios Euterpe, que van por la 19 edición.