Dentro de la presente edición del Festival Internacional de Granada, uno de los más prestigiosos de España, destacaba la visita los días 6 y 7 de julio de la Filarmónica de Luxemburgo y Gustavo Gimeno. El director valenciano asumió la titularidad de la orquesta en ... 2015 y, ahora, en la fase final de dicho trabajo, se hacen más evidentes los frutos de su labor al frente de una agrupación a la que ha llevado a un extraordinario nivel de excelencia y prestigio internacional.

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El programa del pasado jueves comenzó con una precisa, clara y expresiva versión de «Aqua Cinerea» de Francisco Coll, la que fue su op. 1, y que sigue deslumbrando por la madurez de aquel joven compositor veinteañero hoy convertido en una de las referencias internacionales de la composición. A continuación llegó la arrolladora Yuja Wang para interpretar la «Rapsodia sobre un tema de Paganini» de Rajmáninov. Pocos competidores tiene su pianismo en la actualidad. Deslumbra no solo por su superlativa capacidad técnica, probablemente la mejor de hoy en día, sino también por una musicalidad personal, profunda y expresiva capaz de crear quietud en medio de ese torrente pianístico deslumbrante que despliega. En definitiva, tiene ese magia que solo los muy grandes alcanzan y la versión ofrecida de esta obra merece considerarse entre la mejores de toda la historia. La pianista parecía satisfecha y feliz en el Palacio de Carlos V, tal es así, que ofreció tres bises.

A su lado contó con un Gustavo Gimeno contagiado y entregado a la artista en una comunión musical absoluta. El maestro valenciano ofreció en la segunda parte dos obras unidas por la nostalgia y con el valse como música de fondo: suite de «Rosenkavalier» y «La Valse». Gimeno desplegó un pulso de maestro con esa precisión que le caracteriza y esa sensibilidad para crear momentos inolvidables que solo está al alcance de los más grandes.

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