Urgente Óscar Puente anuncia un AVE regional que unirá toda la Comunitat en 2027
El director Marck Elder dirige unas palabras al público valenciano en el concierto. Miguel Lorenzo

Toda la sala en pie

El director Mark Elder firma una de las mejores veladas sinfónicas vividas en Valencia en lo que va de siglo

César Rus

Valencia

Viernes, 20 de octubre 2023, 23:23

En pie, así ha despedido el público del auditorio de Les Arts a Sir Mark Elder. No es para menos. El maestro británico ha firmado en la noche del viernes una de las mejores veladas sinfónicas vividas en Valencia en lo que va de siglo. ... Se daban todos los ingredientes: un programa fascinante, un gran maestro y una orquesta, la de la Comunitat que, cuando toca al nivel de hoy, puede compararse con las mejores del mundo.

Publicidad

En la primera parte se ha interpretado el Adagio de la décima sinfonía de Mahler. El maestro Elder ha ofrecido una elegante y emotiva versión en la que ha destacado la claridad de las voces. En el célebre acorde cromático de la sección final la limpieza de las cuerdas ha hecho que todos los armónicos luciesen en la sala creando una mágica atmósfera: por una noche, incluso la compleja acústica del Auditori de Les Arts se ha antojado ideal.

Pero las emociones se han desbordado en la segunda parte. Se interpretaba la cuarta sinfonía de Shostakóvich. Elder ha dirigido unas palabras al inicio en la que ha mezclado recuerdos autobiográficos (pues asistió como público al estreno londinense de la sinfonía), con certeros comentarios históricos y musicales. No ha dudado en definir esta sinfonía como una de las mejores del siglo XX y ha subrayado su carácter mahleriano. Me ha venido a la memoria el célebre comentario de Mahler de que una sinfonía debía contener un mundo. Nadie lo logró después de Mahler mejor que Shostakóvich en esta obra. Además, añado, es una sinfonía que si no ha gozado de mayor popularidad es porque el disco no le hace justicia: hay que vivir en directo sus dinámicas y su discurso para entenderla y emocionarse. Elder ha desgranado cada secreto de la obra con expresividad, claridad e intensidad: pocos han llegado tan lejos con esta sinfonía. Magníficos todos los solistas pero me permito destacar al violín a Gjorgi Domcevski y a Salvador Sanchís al fagot.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Empieza febrero de la mejor forma y suscríbete por menos de 5€

Publicidad