Un Dorian maduro e inconformista llena su concierto en Valencia

Un Dorian más maduro, pensativo y más cauto. Un Dorian que reflexiona sobre el paso del tiempo y la soledad. Un Dorian vitalista. Pero, ante todo, un Dorian inconformista, que lejos de buscar encajar dentro de un género musical, continúa utilizando ritmos que bailan dentro del indie, la electrónica y el pop.

Los cinco integrantes llegaron puntuales a su penúltima cita del año. La formación, liderada por Marc Gili, salió al escenario de la sala Moon de Valencia (c/ San Vicente, 200) con la seguridad de haber colgado el cartel de 'entradas agotadas' a las pocas semanas de confirmar su actuación. Un lleno que, además de la sobredosis de energía y confianza que supone para el grupo, hace que aumente la expectación de su visita.

A pesar de que las apuestas del público apuntaban a un inicio diferente, 'La Isla', uno de los sencillos de su último trabajo, inauguró la velada del sábado 15 de diciembre. Así anunciaba Dorian el «repertorio potente» que iba a protagonizar la noche y la intención de «convertir en una fiesta» el concierto. Algo que consiguió y con sobresaliente.

Mientras la banda intercalaba nuevas canciones como 'Vicios y defectos', 'Justicia Universal' y 'Señales', aprovechaba para echar la vista atrás con 'Verte amanecer' y 'Arrecife'. Los más fieles, como Carlos Soler, quinta vez que veía a Dorian y fan desde hace 15 años, agradecieron este guiño a los viejos temas con los que el grupo repasaba su trayectoria.

Dorian demostró ayer en Valencia que sigue manteniendo su esencia: la de ser un grupo con canciones bailables. Lo que no significa que no haya hueco para algún que otro tema más pausado. El momento más emotivo de la noche llegó de la mano de 'Llévame', un viaje que recorre cada uno de los puntos que han marcado a la banda.

Son las 23 de la noche y, tras una hora de concierto, en el ambiente ya se respira la impaciencia de que suene alguno de sus himnos, esos títulos míticos que identifican a Dorian. Un asistente grita 'Hasta que caiga el sol' y parece que obtiene el resultado esperado: la canción suena al instante.

Para cerrar la presentación de su último trabajo eligen 'Cometas', el tema favorito de María Córcoles, seguidora desde hace dos años, que asegura que esta primera vez que está viendo al grupo, ha superado sus expectativas.

Acercándose ya el final, con 'Cualquier otra parte', el público canta al unísono la letra y Dorian deja que sean sus voces las que se oigan. Después, con 'Los amigos que perdí', los músicos catalanes decían adiós a todos sus fans.

Entre aplausos, la banda agradeció al público valenciano, a quien tiene «un cariño especial». Dorian se despedía así de sus seguidores, que abandonaban la sala con las luces ya encendidas. Jessica Esteban y Javier Arenas, que venían desde Teruel para ver a Dorian, estaban contentos con el concierto. Javier conoció a la banda a través de un profesor de la universidad: «Me puso en unas prácticas del primer año de carrera 'Los amigos que perdí' y a partir de ese momento me aficioné», confiesa. Para Jessica, que ya había visto al grupo en un festival, esta actuación había sido más especial: «Ver a Dorian en esta sala es diferente, es mucho más íntimo y personal».

Y, de repente, a los diez minutos, con la gente ya dispersa, se oye de nuevo la voz de Marc. Dorian tenía una sorpresa que nadie se esperaba. De hecho, varias personas ya se habían ido porque parecía que el final había llegado. Los cinco componentes deciden salir de nuevo con un tema que el grupo se reservó para «despedir las noches importantes». Así, la letra de 'Tristezas' ponía fin a las dos horas de recital.