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Francisco de Lorenzo, director del Centro Nacional de Difusión Musical. LP
Francisco de Lorenzo: «Al Palau de la Música parece que alguien le ha mirado mal»

Francisco de Lorenzo: «Al Palau de la Música parece que alguien le ha mirado mal»

El director del Centro Nacional de Difusión Musical, quien durante una década trabajó en el auditorio municipal, asegura que el futuro pasa por buscar nuevos públicos

César RUS

VALENCIA

Martes, 15 de septiembre 2020, 23:19

El Centro Nacional de Difusión Musical (CNDM) reinicia esta noche su actividad tras el parón por el Covid con un concierto del cuarteto Arditti en la sala Martín i Soler de Les Arts dentro del Festival Ensems. Su director desde 2019 es Francisco de Lorenzo, uno de los más reputados gestores musicales del país quien, trabajó en el Palau de la Música de Valencia de 1998 a 2008.

–El concierto de esta tarde es el primero producido por el CNDM después de la crisis del Covid. ¿Cómo es trabajar en esta época postcoronavirus?

–Desde el 10 de marzo hasta el verano cancelamos 125 actividades. Desde la llegada de 'el bicho' hay otro tipo de riesgos laborales y de aforos. Todos los músicos han de presentar las pruebas PCR o serológicas. Eso cambia las cláusulas de los contratos.

–El CNDM produce actividades en casi todo el país ¿influye la diversidad de normativas?

–En el concierto de hoy, por ejemplo, el cuarteto Arditti está formado por dos músicos que viven en el Reino Unido, uno que vive en Alemania y una cuarta persona en Portugal. Cuatro países distintos con relaciones que han cambiado con España. Hasta hace unos días ha estado en un brete de hacerse o no. Se está hasta el último momento en la incertidumbre.

–¿Y dentro de España?

–Nosotros hacemos conciertos en 12 comunidades autónomas y se dan todo tipo de situaciones. Por ejemplo, en Galicia tenemos una normativa para toda la comunidad autónoma y otra distinta para la ciudad de La Coruña. El CNDM tiene un ciclo de conciertos en Salamanca el mes que viene, a día de hoy solo pueden ir 25 espectadores porque han regresado a fase 1.

–¿Y todo eso qué impacto económico tiene?

–Aunque el CNDM es una institución pública, evidentemente ha de haber una relación entre el gasto y el ingreso. Este año la relación será mucho menor, porque aparte de la reducción de los aforos, hay una gran crisis de público. La música clásica tiene una parte de público que tiene una edad y tiene miedo. A pesar de que un concierto es uno de los lugares más seguros y donde se respetan todas las medidas.

–En Valencia mucha gente no sabrá que es el CNDM, ¿puede explicar cuál es su labor?

–Es una unidad del INAEM que depende del Ministerio de Cultura. Sus valores fundacionales son la recuperación y difusión del patrimonio histórico musical español, fomento de la creación contemporánea y el fomento de repertorios poco habituales de raíz popular como el Flamenco o el Jazz. Además del desarrollo de nuevos públicos. Producimos actividades con más de un centenar de instituciones nacionales e internacionales. Esta temporada hacemos 288 actividades (230 son conciertos). Recuperaremos 40 obras inéditas y estrenaremos 57 nuevas, 35 encargo del CNDM de las cuales más de la mitad de compositoras. Hoy se estrena una obra encargo nuestro de José Manuel López López.

–Y, sin embargo, en Valencia hasta ahora el CNDM apenas ha tenido actividad ¿por qué?

–Hace unos diez años hicimos una coproducción en torno a un congreso de Cabanilles. Desde entonces no ha habido ninguna coproducción. Cada uno ha vivido su realidad. Cuando fui nombrado director pensé que una de las colaboraciones posibles era con Ensems y hemos coproducido estos dos conciertos con el Arditti y el trío Feedback. Estaban previstos en mayo y gracias a Dios se han reprogramado.

–Valencia tiene un ingente patrimonio musical por descubrir. ¿Por qué el CNDM no impulsa iniciativas al respecto?

–Hace falta ganas y estudiar qué obras hay. Un diálogo. Esto es cosa de dos. Por ejemplo, ahora interpretaremos una misa de Antonio Gallego, que ha recuperado el departamento de musicología de la Universidad de Valladolid. Recuperar patrimonio musical olvidado tiene mucho que ver con el estudio y las nuevas ediciones que se hagan.

–¿Hay algún contacto en marcha más? ¿Con el Palau de les Arts?

–Estamos en tratos. Conozco muy bien a Jesús Iglesias. Teníamos intención de iniciar un nuevo proyecto en febrero de 2021, pero en estas circunstancias hemos decidido aplazarlo. Además te recuerdo que estamos pendientes de aprobar los presupuestos.

–¿Barroco? ¿Música contemporánea?

–Si todo florece ya se verá...

–Entre 1998 y 2008 usted fue secretario técnico de dirección del Palau de la Música. ¿Cómo ve la situación que atraviesa?

–Es una situación compleja. No te voy a decir que parece que les ha mirado un tuerto, pero parece que alguien le ha mirado mal. ¿Qué voy a decir? Están viviendo una situación muy complicada, muy compleja, con el edificio cerrado. Es un proyecto artístico fundamental en la ciudad e incluso a nivel nacional. Yo les deseo todo lo mejor.

–Me surgen dos cuestiones. La primera es que usted después de Valencia trabajó en Valladolid. La orquesta de Castilla y León tiene unos 3.500 abonados, mientras que la de Valencia antes del cierre de la sala apenas superaba los 1.000. ¿Qué justifica esa abultada diferencia? 

–En Valladolid es la orquesta de toda la comunidad y tiene público de toda la comunidad. Tienen un gran cariño por la orquesta. Además es lo único que hay. En Valencia hay una orquesta, pero también hay una temporada de orquestas invitadas en el Palau. Además hay un teatro de ópera.

–Otras ciudades, como Bilbao, también tienen ópera y la Sinfónica de Bilbao tiene unos 2.400 abonados…

–Todo esto pasa por desdoblar los conciertos de abono de la orquesta para que pueda ir más gente y por hacer una gestión importante de búsqueda de nuevos públicos en la ciudad, pero también fuera de ella.

–La segunda cuestión es que la sede del CNDM es el Auditorio Nacional construido en la misma época del Palau por el mismo arquitecto, García Paredes. ¿Qué diferencia hay en el mantenimiento que justifique que uno esté cerrado y el otro abierto?

–Voy a ser claro. El CNDM gestiona la programación artística pero no la gestión del edificio. Lo que sí te puedo decir es que el mantenimiento del edificio de Madrid es ejemplar, porque aquí hay veces que hay hasta 5 conciertos en un día y jamás ha habido ningún problema. Pese a esa actividad artística brutal.

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