Tras año y medio de la titularidad de Alexander Liebreich parece que su trabajo empieza a dar sus frutos. En sus conciertos hay interpretaciones de ... gran calidad y otra que no lo son tanto, pero poco a poco se va viendo una mejora en los niveles de la Orquesta de Valencia. No hay que olvidar que la orquesta ha vivido en los últimos cuatro años su peor etapa de las últimas tres décadas. El cierre del Palau de la Música ha supuesto un notable deterioro en las condiciones artísticas en la que la agrupación ha de trabajar, en medio de eso, además, hubo que gestionar un cambio de titularidad. Así pues, no lo tenía fácil Liebreich, pero poco a poco está devolviendo el orgullo a una orquesta que por momentos pareció perder el norte: desde luego, no está en su mejor momento, pero ya no está en su peor. En el horizonte aparece la apertura del Palau que, por fin, parece que tendrá lugar la temporada que viene; coincidirá además con el cambio de legislatura cerrando estos cuatro años que han sido nefastos para el Palau y abriendo un nuevo periodo tras las elecciones bien sea a través de un cambio político o de su renovación. Así pues, hay cierto optimismo a la vista.
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En el último concierto de diciembre la orquesta y su director ofrecieron una magnífica interpretación de la cuarta sinfonía de Brahms. Parte de esa calidad pervivió en el concierto del pasado jueves. Empezó con la interpretación de la obra 'Ramificaciones para orquesta de cuerda' de György Ligeti. Esta año se cumple el centenario del nacimiento del compositor quien es, sin duda, uno de los grandes creadores de la segunda mitad del siglo XX. Incluso es un autor de cierta popularidad gracias al uso que Kubrick hizo en algunas de sus películas. Su música tiene una importante tradición en Valencia. En los años noventa se programaron una serie de conciertos bajo el llamado 'Proyecto Ligeti' con importantes orquestas e intérpretes como Esa Pekka Salonen. Además, la Orquesta de Valencia estrenó en España su concierto para violín el 7 de marzo de 1997. Por eso, hace bien el Palau en programar varias de sus obras este año. La interpretación ofrecida por Liebreich fue delicada y atenta, y destacó por la flexibilidad de los tempi.
Música. Obras de Ligeti y Bruckner. Orquesta de Valencia, A. Liebreich. Palau de les Arts, 12 de enero de 2023
En la segunda parte se interpretó la sinfonía nº7 de Bruckner. Desde la tercera que dirigió Heras-Casado la orquesta no había sonado con tanta calidad en esta música, especialmente en los dos primeros tiempos. Se escuchó una cuerda recia y una equilibrada sonoridad de conjunto. La complicidad entre director y orquesta fue absoluta. Además, Liebreich ofreció una personal versión de marcado lirismo y sentido formal. Destacó, especialmente, la intensidad en el tutti de la sección que precede a la coda del primer tiempo consiguiendo generar una extraordinaria tensión. Todo iba bien también al inicio del scherzo, pero en el trío todo empezó como a decaer, con errores puntuales que contagiaron al resto de la orquesta, mientras que en el cuarto se apreció cierta fatiga, pese a que Liebreich siempre estuvo al pie del cañón.
El concierto se dedicó a la memoria de José Evangelista fallecido el pasado día diez. Evangelista es uno de los grandes compositores valencianos de las últimas décadas y sin duda uno de los más internacionales. Con su marcha perdemos a uno de nuestros grandes referentes de la creación contemporánea.
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