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Promotores, músicos, artistas, técnicos y empresarios se unieron ayer por primera vez para reivindicar que el sector de la música en directo y los espectáculos está en «alerta roja». Ese era el lema de una manifestación que en Valencia reunió a 400 profesionales de los eventos exigiendo a la Administración ayudas directas, un IVA reducido y que se reactiven las agendas culturales para «poder trabajar».
Ataviados de negro, «haciendo ver la invisibilidad que sentimos», contó uno de los portavoces de la plataforma, Juan José Vila, en silencio y portando unas 'flightcases', es decir, cajas de sonido y luces que utilizan en conciertos y actividades, recorrieron la distancia que separa el Parterre de la Plaza del Ayuntamiento para lanzar un mensaje de socorro. Lo hicieron manteniendo la distancia de seguridad, con mascarilla, cargando con los aparatos y parándose antes en la puerta del teatro Principal, cuya fachada tomó el color rojo para ejemplificar la alerta en la que vive la industria.
«Lo urgente en estos momentos es hacerle llegar al Gobierno que nos deben dejar trabajar, que queremos hacer cultura segura. Que tengamos ayudas y tengamos visibilidad, que se cuente con nosotros», dijo Vila, quien reivindicó que es necesario que se tenga en cuenta a todos los técnicos, artistas, empresarios, cantantes, músicos, montadores y demás miembros de toda la industria que llevan meses sin poder desarrollar su profesión y que están viendo cómo muchos de los conciertos y festivales que se cancelaron por la pandemia no se han vuelto a programar. «Por primera vez, todos nos hemos unido. Eso es muy importante. Un músico no puede hacer nada sin un técnico detrás. Somos un colectivo muy transversal. Yo no he trabajado nada desde enero. Tenía una gira conformada para estos meses, con contratos firmados y con una inversión realizada. Es muy triste ver cómo está la situación, sobre todo porque no ha habido contagios en los conciertos», contó el valenciano José Manuel Casañ, líder del grupo Seguridad Social.
Unos 400 profesionales, el aforo permitido por la delegación de Gobierno, llegaron frente al Consistorio. Fueron colocándose, para, finalmente, lanzar ese mensaje de SOS a las autoridades y exigirles «soluciones». Con las luces de sus cajas, formaron estas siglas frente a otra fachada, la del Consistorio, que también se tiñó de rojo.
Para finalizar el acto, leyeron el manifiesto con el que mostraron sus reivindicaciones. «Que se reconozca al Sector del Espectáculo y los Eventos entre los sectores principalmente afectados por la pandemia del Covid-19», clamaron antes de demandar «consideración por instituciones y administraciones públicas como un sector especialmente perjudicado y prioritario». Pidieron la «reactivación inmediata de las agendas culturales y de eventos de las administraciones públicas» y solicitaron ayudas directas a empresarios, autónomos y todos los técnicos de la industria.
Los profesionales de la música en vivo reiteraron que su único objetivo es trabajar. «La cultura es segura», coreaban los altavoces colocados en la plaza para concienciar al espectador de que no se han dado rebrotes ni en conciertos ni salas de teatro.
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