El representante italiano en Eurovisión 2022 pierde los papeles y destroza el escenario durante su actuación en el Festival de San Remo

El festival italiano San Remo, el cual elige al representante de este país para Eurovisión, tuvo un desagradable incidente en su primera noche protagonizado por el cantante Blanco. El artista, que fue quien acudió por parte de Italia al certamen de 2022 junto a Mahmood, perdió los papeles en el escenario enfadado por los fallos técnicos de sonido que hubo.

Blanco estaba interpretando su canción 'L'isola delle rose' pero los problemas de sonido provocaron que no se pudiera escuchar a sí mismo, lo que le llevó a tener un cabreo enorme. Decidió parar, guardarse el micrófono y comenzar a destrozar las rosas que había sobre el escenario.

El acto no pasó inadvertido para el público, que comenzó a abuchearlo de manera notable. Lo ocurrido se hizo viral en redes sociales, con muchos usuarios criticando de forma contundente la actitud del cantante. Tras marcharse del escenario, regresó a los pocos minutos a petición del presentador Amadeus, que señaló que «puedo entender que no te haya gustado el espectáculo, pero si Blanco quiere volver a los escenarios, lo hará».

El artista aprovechó para dar su versión sobre lo acontecido: «Tenía problemas de retroalimentación en mis auriculares y decidí disfrutarlo de todos modos. A veces no tienes que seguir el guión», algo que tampoco terminó de convencer a los fans.

No obstante, más calmado, ha decidido pedir perdón 12 horas después a través de Instagram: «Pido disculpas a la ciudad de las flores». En esa misma publicación, sale la imagen de una libreta con un texto más completo donde muestra su arrepentimiento:

Se rompen flores, Ariston.

Se baja el telón, Ariston.

Te he hecho llorar,

como a mi mamá, Ariston.

Me has visto frágil

como un niño.

Y justo aquí,

donde me has enseñado a correr,

he caído.

Me he partido la cara y he llorado, Ariston.

Pero luego...

Me río, me río, me río, me río y me río

Porque no soy como me querías

Pero por fin soy yo mismo.

Te quiero, Ariston.

Con toda mi locura

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