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N. CAMACHo / L. GARCÉS
Jueves, 22 de octubre 2020, 23:11
Más tensión en el Palau de la Música. Los trabajadores rechazaron ayer por unanimidad el presupuesto del auditorio municipal para 2021. Según fuentes consultadas por LAS PROVINCIAS, la plantilla desestimó la propuesta de cuentas para el próximo ejercicio, en la que, afirmaron, la partida destinada a personal se ve recortada.
Pero, además, el enfado de los empleados se agravó aún más cuando el titular del organismo, Vicent Ros, dio la espantada y se marchó de la reunión sin contestar a las preguntas y requerimientos de la plantilla. Los trabajadores piden a la dirección que explique las razones de ese recorte en el capítulo de personal. Es la única información que recibió el personal del Palau, quien también solicitó que el ajuste del presupuesto se lleve a cabo en otras partidas. Plantean que, de cara a la próxima temporada se evalúen las necesidades no sólo de los trabajadores sino también de otros aspectos de la programación. Se preguntan si, con un Palau cerrado y a la espera de las obras de reforma –cuya redacción del proyecto de rehabilitación se ha paralizado tras el recurso de una de las empresas y que dilatará aún más la apertura del centro– es conveniente recortar en el capítulo 1 del presupuesto en vez de plantearse reducir el número de grandes orquestas que llenan la oferta del espacio.
Es más, defienden que la Orquesta de Valencia, la formación titular del auditorio, debería tener más presencia y que los recursos públicos con los que se nutre la institución se orienten a reforzar la agrupación musical. Desde los trabajadores sostienen que entienden que los presupuestos pueden menguar, debido sobre todo a la actual situación sanitaria, pero exigen poder conocer qué va a ocurrir con las otras partidas del Palau.
Todas estas cuestiones querrían haberlas trasladado al propio Ros. No obstante, el director del centro municipal se marchó de la reunión con los trabajadores sin permitirles que realizaran todas las cuestiones que reclama la plantilla. Ros abandonó el encuentro, enfadado a unos trabajadores que, en las últimas semanas, han visto cómo hasta la propia presidenta del Palau de la Música, la concejala Glòria Tello, apuntaba a ellos como los responsables del robo de 5.000 euros sucedido en agosto del despacho del director.
El ambiente se hace cada vez más insostenible en un auditorio que no sólo está cerrado al ser «inhabitable», según los bomberos que accedieron al espacio en junio de 2019 tras el desprendimiento del techo de la sala Navarro (antes se había caído el trencadís de la fachada y la cubierta de la sala Iturbi) sino que hoy mismo vuelve a iniciar su programación para la temporada 2020-2021. Lo hace recurriendo a la fórmula que asumió tras la clausura: vagando por otros auditorios de la ciudad. Será en el Palau de les Arts con el concierto de la Orquesta de Valencia junto a la joven soprano de la Comunitat Marina Monzó. Interpretarán la 4ª Sinfonía de Mahler, uno de las una de las «favoritas del gran público», según el maestro Tebar.
El Palau, al menos, no estará abierto hasta 2023. Una legislatura letal para el que era el emblema de la música en Valencia.
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