![Valencia levanta su 'festivalódromo'](https://s1.ppllstatics.com/lasprovincias/www/multimedia/2023/05/29/image4%20(3).jpg)
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Los festivales de música son para el verano. El calendario marca la llegada de la nueva estación en poco más de 20 días. Antes recalarán los macroconciertos en Valencia. Esta semana, de hecho, la capital del Turia acoge dos festivales: I love Reggaeton, que tendrá lugar el viernes 2 de junio, y I love 90's, que se celebrará el día siguiente con una previsión de público de más de 20.000 personas. Junio se estrenará con perreo y nostalgia.
Desde el pasado fin de semana, los operarios están montando dos grandes escenarios en el entorno de la Ciudad de las Artes y las Ciencias. El recinto de Calatrava es desde hace años una especie de 'festivalódromo', algo que avalan la cifras en cuanto a celebración de macrofestivales. A estas dos citas se añaden el Festival de les Arts, previsto para el 9 y 10 de junio, y Big Sound Festival, que desembarcará el 29 de junio con Bizarrap como una de sus estrellas. A estos cuatro festivales se suman los conciertos de Alejandro Sanz, que se celebrará el 15 de junio, y el de David Bisbal, previsto para el 24 de junio.
El 'festivalódromo' ya muestra su esqueleto en la Ciudad de las Artes y las Ciencias. La semana pasada se vació el gran lago colindante al Museo Príncipe Felipe, donde ya se adivina una gran estructura metálica. La zona donde hace unos días se practicaban las actividades al aire libre de 'waterballs', 'waterbikes' y kayaks se llenará de espectadores de los festivales.
La opción de la Ciudad de las Artes y las Ciencias como 'festivalódromo' se ha ido a más en los últimos años, pero se inauguró con el festival MTV Winter en 2008. Desde entonces se han sucedido festivales y grandes conciertos. Aún así, la industria musical es consciente de la carencia de un gran recinto para públicos amplios.
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En el primer Anuario de la Música Valenciana 'Any Zero se apunta la necesidad de un gran espacio para macroconciertos y todos señalan el Roig Arena, cuyas obras finalizarán en 2024. En este informe se recoge un artículo de Víctor Sendra, director general de Roig Arena. Este pabellón será «el recinto cubierto multiusos de referencia, tanto a la ciudad de Valencia como a la Comunitat Valenciana, i totalmente preparado para la proyección internacional que tanto necesitamos y merecemos». «El Roig Arena será desde su finalización uno de los principales recintos multiusos de Europa», añade.
El punto fuerte de la música de la Comunitat pasa por los macroconciertos. «La Comunitat es un territorio caracterizado por su elevada y consolidada convocatoria de festivales», afirma Albert Salmerón, presidente de la Asociación de Promotores Musicales (APM), en el primer l primer Anuario de la Música Valenciana 'Any Zero. En el Top 10 de los festivales de España figuran tres de la Comunitat, «que suman casi 700.000 asistentes», como son Arenal Sound, Rototom Sunsplash y FIB.No todos tienen una buena opinión de los festivales. En el Anuario de la Música Valenciana opina Toni S. 'Panxo', líder de Zoo, y afirma: «Hay festivales y festivales, pero desde una óptica redistributiva, la proliferación de festivales, como lo que aparecieron últimamente, no ayuda al conjunto de trabajadores de la industria musical, desde músicos, técnicos, promotores, salas de conciertos, etcétera».
Las opiniones sobre los abusos de las grandes promotoras festivaleras es objeto del libro 'Macrofestivales, el agujero negro de la música', de Nando Cruz. El libro, de Ediciones Península, desgrana la opacidad entre las promotoras y las administraciones, los abusos que soportan los usuarios, los excesos económicos de la organización, la inseguridad, la precariedad laboral... El volumen detalla, en definitiva, la cara oculta de los festivales de música. «A veces parece que el mundo está fatal y la música es ajena a las malas prácticas, pero los festivales no son un oasis», sostuvo Cruz en una entrevista reciente con LAS PROVINCIAS. «El fenómeno ha crecido a tal velocidad que quizá la Administración no ha tenido tiempo de regular y marcar unas pautas», asegura el autor y periodista musical, quien señala en su obra «la festivalización del litoral» valenciano.
En el capítulo del FIB, el periodista catalán recoge el «último anuncio» sobre el 'festivalódromo' de la localidad castellonse que acoge los macroconciertos estivales. Se trata de «un presupuesto de 1,5 millones de euros aportados por el área de turismo de la Generalitat Valenciana para convertirlo en una sede de festivales inteligentes donde la tecnología permita mejorar la movilidad del público, reducir residuos y minimizar el impacto acústico de los conciertos. El grueso del parné deberá llegar en 2024».
Al final de 'Macrofestivales, el agujero negro de la música', el autor aborda la necesidad de festivales sostenibles, inteligentes y fértiles porque «hay síntomas de agotamiento y ganas de cambio». «El público es cada vez más crítico, el vecindario está cada vez más organizado y los artistas reclaman respeto de forma cada vez más visible. También algunas instituciones empiezan a mostrar su preocupación ante el desbocado crecimiento de los festivales».
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