Natividad Navalón: «Esta tierra tiene grandes artistas, el problema es que no hemos nacido en París o Nueva York»

–¿Qué se siente al formar parte de la Real Academia de Bellas Artes de San Carlos?

–Es un gran reconocimiento pero también una gran responsabilidad. Es un honor porque destaca la labor que he hecho en el mundo del arte pero es una responsabilidad porque, cuantos más años cumplo y más cosas hago, me doy cuenta de que tengo que ayudar. Al final, es un reconocimiento que te anima a seguir trabajando y compartiendo con los jóvenes, con la sociedad y con mi ciudad. También con las mujeres, por todas con las que convivo, porque necesitamos ese apoyo.

–No llega a una veintena de mujeres académicas en la institución. ¿Se puede llegar a revertir este hecho?

–Este es el comienzo. Es cierto que hay pocas mujeres académicas, por ello, una vez dentro, tenemos que hacer todo lo posible para hacer visibles a las mujeres del ámbito de la cultura valenciana.

–Su discurso, como se ha anunciado, se titula 'Memorias de la ausencia'. ¿Qué va a contar en el acto?

–Es una especie de memorias. Recoge ese cuaderno de bitácora que me sitúa en la carta de navegación de la travesía de la creación artística. Relatará mi posicionamiento ante el arte, la sociedad y la cultura. Es un poco como si me desnudara pero mostrando la obra que he hecho, los temas que me han preocupado como las dudas como mujer, como el cuerpo que combate... En definitiva, es mi travesía por el mundo del arte.

–No sé si definirla como pionera, pero sí de esas primeras artistas que crea desde una visión feminista en el mundo del arte contemporáneo...

–Puede ser. Siempre digo que mi obra comienza intentando traspasar el espejo de Alicia y, al final, termino metida en lugares de ausencia y soledad. Yo he intentado ponerle voz a mujeres que no la han tenido. Me ha preocupado el cuerpo, el mundo del silencio, la conquista, la búsqueda, el patriarcado...

–¿Le ha costado pelear en el arte? Se lo pregunto porque la también artista Soledad Sevilla dijo cuando también ingresó en la Academia que, en sus comienzos, se la consideraba una ama de casa que pintaba...

–Sí, me costado pelear. Muchas veces calificaron mi trabajo como creaciones de mujer. Además de la temática también se le suma el tipo de materiales que utilizaba. En aquella época nadie apostaba por las mujeres. ¿Para qué? Si luego ibas a terminar casándote, teniendo hijos... ¿Cómo iba un comisario o un galerista invertir su tiempo o su dinero en potenciar tu obra?

–¿El arte ha colonizado todas las facetas de la vida de Natividad Navalón? Se lo pregunto por la importancia también de la docencia y la universidad en su carrera (es catedrática de Proyectos en la Universitat Politècnica de Valencia).

–Para mí, el arte es una forma de vivir. No hay parcelas, me implico a todos los niveles. Y en el campo de la docencia, siempre he buscado formar a artistas que fueran investigadores . Que no sean artesanos, que piensen, discutan, se cuestionen... Enseñar a pensar es más difícil que enseñar una técnica.

–¿Es Valencia un baluarte en el mundo del arte? ¿Cómo radiografía este sector en la Comunitat?

–Voy a hablar como artista. Esta tierra tiene grandes artistas, el problema es que no hemos nacido ni en Madrid, ni en París ni en Nueva York. Es una pena que toda la creación que se está haciendo aquí, no pueda salir.

–¿Cree que el IVAM es el espacio de referencia del arte contemporáneo en la Comunitat?

–Claro que es un museo de referencia. Tenerlo es enriquecedor para los artistas pero también para la sociedad. Pero cualquier espacio del mundo del arte tiene aún todo el camino por recorrer. En los museos tienes que estar jugándotela a cada paso, exposición a exposición.

–¿Hay apoyo público al arte?

–No ha habido momentos buenos para el arte y debe haberlos, es por una deuda histórica. No es normal que las subvenciones no lleguen a los artistas cuando todas las instituciones hacen exposiciones con obras de esos creadores. Pero los artistas nos autoproducimos. Y no sólo hablo de ayudas, sino de una ley de mecenazgo que favorezca a aquel que invierte y es mecenas para los artistas.