Nuevos Vicios: «Nuestro estilo tiene mucha más presencia en Madrid que en Valencia»

Ellos son Pablo, Samuel, Luis y David. Hablan de su primer contacto con el mundo de la música. Todavía tienen mucho por hacer, pero atesoran una de las cosas más importantes: confianza en sí mismos y capacidad para hacer que el público vibre de emoción.

-En primer lugar, el nombre: ¿de dónde viene?

-Pablo: Hay quien piensa que viene de la canción 'Nuevos Vicios' de Carolina Durante, pero no. Viene más de otras canciones como 'Nuevas sensaciones', de Los Planetas. Y de perseguir nuevos vicios como los nuevos amores o las nuevas amistades.

-Durante la final del concurso fuisteis con diferencia el grupo que más gente trajo consigo. La orda viciosa, creo que los llamáis. Incluso hicieron un pogo. ¿Quiénes eran?

-Pablo: Eran el tren del vicio. O si lo prefieres, la vicioneta (ríe).

-¿Cómo nace Nuevos Vicios?

-Luis: Samuel y yo veníamos de un grupo, y Pablo de otro. Ya nos conocíamos y, cuando los dos grupos se disolvieron, decidimos montárnoslo por nuestra cuenta. Pablo ya conocía a David. Todo convergió.

-Tenéis un estilo bastante rockero con matices post-punk que se aleja un poco de lo que actualmente podemos definir como mainstream. ¿Cómo vivís esto? ¿Hay espacio para Nuevos Vicios en el panorama valenciano?

-Samuel: Nuestro estilo tiene mucha más presencia en Madrid. La escena aquí va más hacia el post-punk más pureta, pero en el resto de España se lleva más nuestro rollo, que viene del rock alternativo de los 90. Sí que hay espacio para nosotros.

-Luis: Yo esto lo veo como una ventaja. Que no haya muchos grupos como el nuestro en Valencia es una oportunidad, y estoy convencido de que la escena en Madrid se irá expandiendo hacia aquí.

-Sobre este tema, es cierto que quizás desde la pandemia hay una escena entre el post-punk y el rock que está creciendo en Valencia. Grupos como Semana Santa y Mausoleo y sellos como Desorden Sonoro apuestan por esto. ¿Cómo véis vosotros la escena?

-Pablo: En Valencia, la escena post-punk es una pasada. Sobre todo de grupos emergentes como Samantha Palos, Tenda, Declive… Valencia siempre necesita más, pero vamos por muy buen camino.

-Lo que he escuchado de vosotros es, sobre todo, un canto al desamor. ¿Qué buscáis transmitir con vuestra música?

-Pablo: No tengo ni idea

-Samuel: Pues espabila, que escribes tú las letras (ríe).

-Pablo: Sí, sí. Hago esto para desahogarme, la verdad. Luego, que la gente interprete lo que quiera.

-Samuel: Se trata de soltarla y, quien quiera, que la pille.

-La precariedad es una constante en la música. Esto que hacéis es un trabajo, aunque por desgracia esté más considerado como un hobby que como un trabajo. ¿Tenéis la intención de llegar a vivir de esto algún día o, en ese sentido, tenéis los pies en el suelo? ¿A qué os dedicáis?

-Pablo: La intención es que esto sea un grupo profesional. Ahora mismo estamos empezando, pero es un proyecto al que le tenemos muchísimas ganas y al que estamos dedicando muchísimo tiempo.

-¿Próximos proyectos?

-El 29 de julio tocamos en Loco Club con Groenlandia. Luego intentaremos cerrar un par de conciertos más. Por otro lado, estamos en búsqueda de sellos discográficos. Cuando tengamos respuestas nos pondremos a grabar a saco.

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