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La fiebre musical es tal que las entradas se agotan en pocas horas. SEÑOR GARCÍA
¿Por qué nunca logro la entrada más barata del concierto?
FIEBRE MUSICAL

¿Por qué nunca logro la entrada más barata del concierto?

El sistema de venta on line prioriza al primero que accede y la velocidad de conexión. La falta de transparencia en el cupo de tickets más económicos y las maniobras de marketing marcan el proceso de compra

Noelia Camacho

Valencia

Domingo, 27 de octubre 2024, 00:59

Puede que esto alguna vez les haya pasado. Han querido comprar una entrada para el concierto de su artista favorito y no hayan podido. Es probable que, a priori, quisieran invertir menos dinero en el abono de un festival pero ya estaban agotados los más económicos y, bueno, al final no le ha importado destinar unos cuantos de euros con tal de asistir a ese macroevento. También, que haya esperado minutos y minutos a que un servidor les diera acceso a la posibilidad de adquirir dos localidades para una gira de un artista internacional y que, pasado ese tiempo, las entradas se hayan acabado.

Hay muchos y diversos ejemplos. Sobre todo en un momento en el que la fiebre es tal por encontrar una entrada para asistir a un concierto calificado de único o un festival al que va el grupo 'indie' del momento que nadie se lo quiere perder. Vamos, que no te lo cuenten. Pero la realidad es que es complicado acceder a las localidades más económicas o, en muchos casos, a lograr dos simples 'tickets' para una actuación que, además, se va a desarrollar dentro de un año. O incluso más.

Lo hemos visto esta misma semana con el anuncio de las dos únicas fechas del tour de despedida de los escenarios del cantante Joaquín Sabina. El intérprete se retira, no sin antes ofrecer una multitudinaria gira que lo llevará por Latinoamérica y España. A Valencia vendrá los días 9 y 11 de octubre de 2025. Pero las entradas ya está agotados. O casi. Y eso que el cantante de '19 días y 500 noches' actuará en la capital del Turia en el Roig Arena, el estadio impulsado por el empresario Juan Roig que permite organizar actuaciones musicales para 20.000 personas, convirtiéndose en el recinto para eventos musicales con mayor aforo de la ciudad. Pero no es el único ejemplo. Los abonos para el Festival de Les Arts vuelan nada más salir a la venta, incluso sin conocerse el cartel de artistas que actúan. Para el BigSound, el certamen de música urbana que también tiene lugar en la Ciudad de las Artes y las Ciencias, el abono de 74,90 euros está agotado. El festival Zevra vendió hace unos días y en apenas 24 horas 15.000 tickets a falta de anunciar a los artistas de 2025. Todo ello da buena cuenta de, lo decimos de nuevo, la fiebre por los grandes conciertos y los megafestivales.

Sin embargo, a veces es imposible encontrar esa localidad, aunque te obligue a desplazarte a otras ciudades e, incluso, a otros países. Que se lo digan a los fans de Taylor Swift, de Karol G, de los británicos de Oasis... Porque en este rompecabezas donde a veces es imposible encontrar una entrada, influyen algunos factores. También, la opacidad que a veces envuelve a las grandes promotoras, a las que es muy difícil acceder. Y, sobre todo, el interrogante de por qué mi amiga sí pudo comprar un ticket para uno de los conciertos de Coldplay en Barcelona (a un precio razonable) y tú, conectado a la misma hora, esperando que el servidor te dé acceso y refrescando la página en numerosas ocasiones, no pudiste hacerlo.

El dispositivo desde el que se accede y haber solicitado la preventa, otras claves para lograr un ticket para una actuación

«El servicio de venta online de entradas no es perfecto, pero es el mejor sistema. Da acceso por orden de conexión. Pero claro, depende de tu servidor, de la velocidad de tu internet... Influyen todos estos factores. No es suerte que puedas conseguir una entrada, porque el software de estos programas va dejando acceder por orden», arroja algo de luz el promotor valenciano Sergi Albiñana, presidente de la asociación MusicaPro CV, que aglutina a los profesionales de este sector en la Comunitat. Para él, los promotores suelen sacar todas las entradas disponibles que tienen a la venta. Pero, asegura, si se trata de un concierto en la capital del Turia, también, señala, hay que poner sobre la mesa que la ciudad no tiene grandes recintos para celebrar este tipo de grandes eventos, por lo que el número de localidades se limita si se compara con Madrid o Barcelona, así se dificulta aún más el acceso a estas localidades.

El periodista musical Nando Cruz, experto en el tema y que esta misma semana ha estado en la Nau de la Universitat de València (UV) para impartir la conferencia 'Macrofestivales y alternativas a la sanferminización de la música', lo califica «los juegos del hambre». «Antes a los festivales de música se iba, precisamente, a escuchar a los grupos y para conseguir una entrada para el concierto de un artista conocido que llegara a tu ciudad, tenías que competir, precisamente, con la gente del entorno. Ahora, aunque el grupo de turno llegue a tu municipio, en la compra de entradas pugnas contra otra persona que, con su ordenador, puede estar en Manchester, en Varsovia o al otro lado del mundo. Mira lo que ha pasado con la gira de Oasis, personas de todas partes quería una entrada», dice Cruz. El también pone un nuevo interrogante sobre el tapete. «¿Hay que fiarse de las cifras que aportan las promotoras? ¿Sabemos a ciencia cierta que han sacado todas las entradas a la venta?», se pregunta el experto. Y añade algo más: «Si un festival como el Arenal Sound saca unos abonos a precio más económico, que no sabemos cuántos son, pero imagina que son unos 2.000. Si ellos te dicen que suelen ir unas 50.000 personas por jornada, ¿cuántas se quedan sin acceder a esos supuestos abonos más baratos?».

El periodista musical Nando Cruz pone en duda las cifras de asistencia y de entradas que salen a la venta de los festivales

Otras voces consultadas señalan que las promotoras también utilizan algunas maniobras o estrategias para vender entradas e, incluso para aumentar las ganas de asistir a un concierto o un determinado macroevento. ¿Quién, una vez dentro del sistema para adquirir una localidad y al observar que las que tienen un importe más bajo se habían agotado, ha tomado la decisión de invertir un poco más con tal de no perderse a su grupo o artista favorito? Porque del marketing y de esa necesidad que se ha creado en los usuarios y en el público se sirven las grandes organizadores de eventos. Saben, incluso, que sin dar a conocer el nombre de los artistas de un festival, se aseguran un buen puñado de euros que pagan los fans de un determinado evento. Por ello, lanzan esas campañas de descuentos –que incluyen también mejores precios en las bebidas, por ejemplo– y se aseguran que, incluso, si no se llega a comprar el más económico, se haga el esfuerzo para conseguir esa entrada sí o sí.

Aún así, qué determina que dos personas que se han inscrito previamente en una preventa (algo cada vez más habitual para acceder a las localidades de las grandes giras y los artistas internacionales), reciban un código de acceso, aguanten horas a la espera de que un servidor les de paso y les muestre el mapa de localidades e, incluso, intenten acceder desde distintos dispositivos por si suena la flauta en uno de ellos, sólo una de ellas sí tenga suerte y la otra no. De nuevo, insisten las fuentes consultadas, el sistema organiza la compra por el orden de acceso. Pueden ser nanosegundos de diferencia, pero es el sistema el que lo determina. También, de nuevo insisten, la conexión y la velocidad del wifi. Algo que también se convierte en una especie de lotería y, en tiempos como los actuales, las entradas más baratas vuelen. Pero también las más caras. Porque, de nuevo, desconocemos las cifras exactas. Pero el miedo a perderse un concierto, puede incluso contra el bolsillo, que se vacía algo más si al final se logra la tan ansiada entrada.

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