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La dimisión de Nuria Enguita como directora del IVAM deja en una situación difícil al Instituto Valenciano de Arte Moderno. Con ocho directores a sus espaldas (Tomás Llorens, Carmen Alborch, José Francisco Yvars, Juan Manuel Bonet, Kosme de Barañano, Consuelo Císcar, José Miguel G. Cortés y la propia Enguita), el IVAM siempre ha estado envuelto en polémicas. Sus 35 años de vida han estado marcados por momentos de tensión, causas que han acabado en la justicia, relaciones tirantes con artistas, ampliaciones imposibles que incluso derivaron en el deseo de 'anexionarse'....
Con Bonet al frente
Una de las primeras polémicas que llevaron al IVAM a los titulares fue la que propició que el museo casi perdiera la extensa colección de Ignacio Pinazo con la que contaba y que había sido cedida por los descendientes del pintor valenciano. Corrían ya los primeros años de los 200 y al frente del museo estaba Juan Manuel Bonet, quien decidió suspender las exposiciones dedicadas al artista. Este era uno de los puntos clave del acuerdo de cesión de la familia Pinazo, que al conocer la determinación de Bonet amenazó con retirar los fondos. Incluso, se llegó a los tribunales. Fue un momento tenso porque el IVAM casi pierde una colección valiosísima por un contencioso que llegó hasta el Supremo. No obstante, entre medias se produjo el relevo de Bonet por Kosme de Barañano, quien logró apaciguar los ánimo y logró un principio de acuerdo por el que se devolvían algunas piezas a los familiares y se creaba un fondo económico para ayudar en la investigación de la figura de Pinazo. El conflicto se resolvió por completo ya con Consuelo Císcar al frente de la pinacoteca y su apuesta por la visibilidad de la colección del pintor.
Fue trasladada a la explanada del museo en contra del director
Otro suceso controvertido que tuvo a Bonet como protagonista fue lo acaecido con la estatua 'El esclavo', de José Sanleón. Para echar más leña al fuego, en ese momento Consuelo Císcar era responsable del Consorcio de Museos. Con este contexto, la pieza, que se encontraba instalada en una calle de Valencia, se llevó a la explanada del IVAM contra el criterio de Bonet. Fue la propia Císcar la que lo recomendó porque la obra, al estar en un entorno urbano, había sufrido toda clase de actos vandálicos. Para resarcir al escultor y a su obra, la pieza se colocó en el IVAM con la opinión en contra de su director. Tanto fue el relevo que el propio Sanleón pidió su destrucción. Se le prendió fuego y la propia Císcar fue vista y fotografiada depositando una corona de flores sobre las cenizas justo antes de entrar a un consejo rector del IVAM convocado por la polémica. Bonet salió malherido del conflicto. Tanto que a los pocos meses fue relevado por Kosme De Barañano.
El galerista fue detenido en la 'Operación Emperador' por blanqueo de capitales
El periodo en que Consuelo Císcar dirigió el IVAM dejó polémicas que incluso acabaron en los tribunales. La exdirectora estuvo al frente entre 2004 y 2014. Una década que dio para mucho, incluso para algunas cuestionadas compras de obra de arte. Una de las más llamativas fue la adquisición de 61 piezas al galerista Gao Ping, presunto líder de una trama de blanqueo de capitales que fue desarticulada en la llamada 'Operación Emperador', por 440.000 euros. Císcar se empeño en realizar esta operación pese a que algunas voces de la Conselleria de Cultura, en aquel momento en manos de Trini Miró, se opusieron a ella. Císcar calificó la compra como «correctísima administrativamente» y defendió que el arte chino «es una gran inversión». Cuando se produjo la detención, dijo que «cuando compras a un galerista no sabe si es traficante». Y sumó una página nada prestigiosa en la azarosa vida del museo.
El museo abonó tres millones de euros por obras póstumas cuando el artista ya había fallecido
Otra compra polémica y que llevó a Císcar ante los tribunales fue la adquisición de ocho obras del escultor Gerardo Rueda por valor de tres millones de euros. Fueron compradas al hijo adoptivo del creador, José Luis Rueda, de forma póstuma, es decir, tras el fallecimiento del escultor en 1996 (las obras se habían adquirido entre 2003 y 2007). Se dijo que el valor de las piezas era desorbitado al tratarse de reproducciones y fundiciones posteriores a la muerte del autor. A cambio de la operación, el museo obtuvo una donación de 77 creaciones del escultor madrileño que la pinacoteca tasó en más de 20 millones de euros. Este hecho sentó a Císcar en el banquillo. Fue una de las piezas del llamado caso IVAM. Fue acusada de delitos de prevaricación, falsedad, malversación y estafa. Finalmente fue absuelta. Como también lo fueron el exjefe económico del museo, Juan Carlos Lledó y el hijo del artista, José Luis Rueda, acusados también de estos delitos.
Aceptó un año y medio de cárcel
En esta polémica que de nuevo lleva el nombre de Consuelo Císcar, la exdirectora sí acabó condenada por utilizar los fondos económicos del museo para promocionar la carrera de su hijo artista, Rafael Blasco Císcar, conocido como 'Rablaci'. En esta pieza del caso IVAM, que investigaba las supuestas irregularidades cometidas en la etapa que la exresponsable tuteló el museo, Císcar aceptó la condena de un año y medio de prisión a cambio de una reducción de la pena. Asumió la culpa y evitó que salpicar a su hijo. Fue condenada por prevaricación y malversación, es decir, por el uso indebido de los fondos de la institución para catapultar a su vástago, que realizaba exposiciones en lugares con los que el IVAM colaboraba.
Con Cortés como director, desapareció el espacio que exhibía la obra del escultor
El sustituto de Consuelo Císcar, José Miguel G. Cortés, tampoco estuvo exento de titulares que pusieron en el punto de mira su gestión. Uno de ellos fue el controvertido cierre de la sala Miquel Navarro del museo. Fue en noviembre de 2014, a los pocos meses de llegar al cargo, cuando Cortés clausuró el espacio. Hacía algo más de un año que la galería 1 del centro artístico estaba dedicada en exclusiva a mostrar la obra de Navarro. Cortés se enrocó en su decisión y provocó que el escultor de Mislata exigiera las actas del consejo rector de la pinacoteca para revocar la donación de más de 500 piezas de su colección al IVAM. El director de ese momento consideraba, y en ello insistió, que dedicarle un espacio propio al creador fue «una medida personal de Císcar». Hasta tuvo que mediar la por entonces consellera de Cultura, María José Catalá, para templar los ánimos. Pero lo cierto es que la sala Miquel Navarro desapareció. Tuvieron que pasar los años hasta que el escultor volviera a exponer en el centro.
Se llegó a especular que el centro de la Diputación podría convertirse en la subsede del Instituto Valenciano de Arte Moderno
También en la época de Cortés se produjo un fuerte choque entre el IVAM y el MuVIM. Hasta el punto que el director del Museo Valenciano de la Modernidad y la Ilustración, Rafa Company, acusó al director del Instituto Valenciano de Arte Moderno e lanzar una «OPA hostil neoliberal» al centro de la Diputación al aspirar a que el edificio se convirtiera en subsede del IVAM en Valencia. Obviamente, este proyecto nunca llegó a materializarse. Pero enfrentó a dos instituciones vecinas que evidenció la mala relación entre ambas. Y no fue la única. Cortés tampoco escondió que, durante su mandato, tampoco tuvo una relación fluida con el que era responsable del Consorcio de Museos, José Luis Pérez Pont.
Por las filtraciones de agua en marzo de 2022
Nuria Enguita tampoco se ha librado de controversias bajo su mandato. Una de ellas fue el cierre de la sala de la Muralla, el espacio justo en el sótano del museo, y por tanto de la exposición de Pinazo que estaba instalada en ella. Las filtraciones de las fuertes lluvias acaecidas en marzo de 2022 provocaron que el espacio echara el candado. Se temió por si el agua había dañado las piezas. Algunas de ellas fueron retiradas de la sala e, incluso, los responsables de la pinacoteca restaron importancia al cierre y anunciaron su reapertura en unos días. Es más, después de que LAS PROVINCIAS diera a conocer la clausura, se ofrecieron desde el museo hasta tres versiones diferentes. Nada más lejos de la realidad. Se acabó asumiendo el cierre «por una larga temporada» de la sala. La muestra de Pinazo se trasladó a la galería 6 del centro. Con un presupuesto de 400.000 euros, las obras ya se han llevado a cabo y la sala de la Muralla está casi lista. La semana pasada, la propia Enguita anunció que en pocos días los periodistas podrían visitar la renovada estancia, que se iba a reabrir en abril.
También está pendiente el 'reset' del Pati Obert, un jardín de esculturas que está en un notable estado de abandono.
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