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Pablo Broseta, llegando este jueves a declarar a la Ciudad de la Justicia. JUANJO MONZÓ
Pablo Broseta: «Se nos impusieron las condiciones de trabajo y las aceptamos»

Pablo Broseta: «Se nos impusieron las condiciones de trabajo y las aceptamos»

El exresponsable de la firma Radcliffe, acusado por el supuesto desfalco en Les Arts al hinchar facturas, niega en el juicio que sextuplicara el precio de los encargos

N. Camacho

Valencia

Jueves, 19 de diciembre 2019, 16:12

La antepenúltima sesión del juicio que investiga el presunto saqueo del Palau de les Arts se inició ayer con las declaraciones de dos de los acusados, el excónsul de Francia en Valencia y responsable de la empresa Radcliffe, Pablo Broseta, y el banquero Joaquín Maldonado.

Broseta, a quien se acusa de hinchar presuntamente facturas por trabajos al coliseo que «sextuplicaban los precios», según declaró en la primera sesión del juicio Xavier Colinas, el autor del informe incriminatorio bautizado como Diógenes, negó que aumentara el coste de los encargos. «Se nos impusieron las condiciones de trabajo y las aceptamos. Nosotros queríamos dejar satisfecho al cliente», justificó Broseta sobre los trabajos realizados por Radcliffe para Les Arts, en los que, aseveró, desde el centro operístico, concretamente el responsable del área de Dramaturgia, Justo Romero, se les impuso que trabajaran con la empresa La Imprenta -quien hasta la fecha se había encargado de los encargos de Les Arts- y con la diseñadora Belén Payá. «Asumimos que había unas exigencias y así lo entendimos», declaró.

En el caso de las postales de la Fórmula 1, que fueron el primer encargo del coliseo a la mercantil de Broseta, éste contó la historia que fraguó la edición de estos documentos. Aseguró que era el mes de agosto cuando recibió el encargo por parte de Moreno y que el área de administración de su empresa estaba de vacaciones. «Hasta había una trabajadora que estaba en el Camino de Santiago», llegó a decir para justificar que él mismo se encargara de los trámites y el presupuesto. Narró como tuvo que coger «las 'Páginas Amarillas' de Valencia ciudad y de la provincia» para localizar una imprenta que pudiera hacerse cargo del proyecto. Es más, confesó que tuvo que recurrir a un diseñador 'freelance' para que maquetara la imagen de estas postales. «Llamé a 40 o 50 empresas y di con un señor de una imprenta de algún pueblo que estaba a punto de irse en el coche con su familia a Dénia. Para que se quedara le dije que le premiaríamos el esfuerzo e iríamos redirigiéndola trabajos de impresión de Les Arts. Yo tenía que dar una solución a mi cliente (el coliseo) y trasladé un presupuesto de máximos a Ernesto Moreno (director financiero de Les Arts en aquel momento), que el señor de la imprenta me debió pasar telefónicamente», afirmó antes de señalar que el coste por postal que dio fue de ocho céntimos. «Después, con el presupuesto cerrado, fue de cinco», contó. Toda esta historia llegaba para justificar que el primer presupuesto sobre este encargo que se trasladó a Les Arts «se hiciera a máximos», dijo Broseta. No obstante, según aseveró Colinas en la primera sesión del juicio, «me fui de vacaciones y Moreno decidió que se imprimieran unos folletos para el evento (Fórmula 1). No le di más importancia. Cuando regresé, recibí una factura por la impresión de estas promociones. Me llamó la atención el importe, que era excesivo. La calidad era baja», resumió. Broseta llegó incluso a afirmar que Les Arts «era mal pagador». «Tardé más de año y medio en cobrar, algunas facturas se abonaban por vergüenza torera», dijo ante el tribunal.

Por su parte, Maldonado afirmó que «cualquier euro de Patrocini iba destinado a ayudar al Palau de les Arts». El banquero negó que los seis empresarios que formaron esta mercantil, creada para buscar patrocinadores para el coliseo de ópera, tuviera «carácter económico o comercial» para los consejeros de Patrocini. La declaración de Maldonado, en definitiva, se basó en varias ideas recurrentes. Que fue al Palau «a ayudar, porque me llamaron y no porque me hiciera falta», que todos los ingresos generados por la sociedad fueron destinados íntegramente a su actividad social, «a atender al Palau», que los consejeros no recibieron ninguna percepción, sino que al contrario ofrecieron su tiempo y capacidades al proyecto, y que, insistió, «acudimos a ayudar, de la mejor manera que supimos».

En la que fue la penúltima sesión del juicio, donde se investiga el supuesto saqueo de las cuentas del Palau durante la etapa de la exintendente, ya fallecida, Helga Schmidt, y en la que están acusados también el exresponsable financiero de Les Arts, Ernesto Moreno y el empresario José Antonio Noguera Puchol, Maldonado confesó que fue el propio Noguera Puchol quien le contactó para trasladarle el proyecto de configurar una empresa para buscar patrocinios para Les Arts, en la que aglutinar a varios empresarios para atraer dinero privado.

Tras las dos declaraciones, el fiscal anunció una modificación de la petición de penas pero no ha especificado en qué sentido. El juicio seguirá mañana pero ya con las conclusiones de las partes, que podrían alargarse hasta el próximo lunes. Los acusados se enfrentan a penas de ocho años, en el caso de Ernesto Moreno, y siete para Noguera Puchol, Broseta y Maldonado.

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