«Una pandilla de morenos que han cogido amor a Logística del Arte»

El último informe de la Udef apuntala los indicios de que las empresas que trabajaban para el IVAM también trasladaban el material de Rablaci, el hijo de Císcar y Rafael Blasco, aprovechando las exposiciones internacionales del recinto valenciano. Los costes los incluían en las facturas al IVAM.

Resulta significativo el correo que manda Rafael González desde Cuba, tras la X Bienal de La Habana, a una empleada de Logística del Arte, una firma de transportes, habitual proveedora del museo valenciano. «Estimada amiga, el jueves amanecía en la cabaña, con una pandilla de morenos, de esos que han cogido amor a Logística del Arte. Colocamos los 48 bultos en un camión de 42 pies y se depositó en la terminal de carga del aeropuerto... Hice la precisión de que debían volar primero los 20 bultos con las obras de Cuaresma, y los cuatro con las obras de Rablaci». El correo, de considerable extensión, continúa con el relato de las dificultades que han puesto en la aduana de la isla.

Esta es una de las vías de investigación -el trato de favor al hijo de la directora- sobre la que la UDEF más ha profundizado. Los especialistas sostienen que el joven artista impulsó su carrera -incluso su tesis doctoral- valiéndose de los contratistas del recinto de la capital del Turia.