Un grafiti de más de mil metros impacta en el Centro del Carmen

Un gran grafiti de mil metros cuadrados impactaba ayer a los visitantes al Centro del Carmen de Valencia. El mural, obra del colectivo de artistas PichiAvo, autores de la falla municipal, suscitaba la curiosidad del público ante una monumental pieza realizada sobre las paredes del claustro renacentista de este convento del siglo XIII.

En los últimos días, el dúo de creadores -acompañados de cuatro nombres del grafiti valenciano (la TFK Crew)- ha creado un inmenso tapiz que inunda las paredes del enclave. Forma parte de la exposición 'Evreka', que se inaugura el próximo viernes, y repite la fórmula utilizada el año pasado con el artista Okuda, quien también diseñó la falla municipal e instaló sus obras en el Carmen.

Pero el enorme grafiti no sólo no dejó indiferentes a los visitantes sino que también generó críticas. Los representantes del Círculo por la Defensa del Patrimonio denunciaron ayer que «no todo vale en nombre del arte actual». «Aunque se trate de una intervención temporal y obviamente reversible, un claustro con la máxima protección patrimonial, como es la catalogación de Bien de Interés Cultural (BIC), no es el lugar apropiado para hacer este tipo de intervenciones», resaltaron. Asimismo, aseveraron que su colectivo «no está en contra del grafiti y el arte urbano como exposición, pero sí en un espacio como el que se ha hecho», remarcaron después de afirmar que ni las paredes ni los muros de un claustro renacentista deben acoger este tipo de iniciativas.

Para el Círculo de la Defensa del Patrimonio, este tipo de acciones «sólo va a servir para que pintar monumentos como la Lonja o los puentes históricos se vea como algo normal». «Una obra así llega en un momento en el que los grafiteros están constantemente cometiendo actos delictivos pintando las fachadas de los monumentos», manifestaron. La entidad reiteró que los gestores del Centro del Carmen «no acaban de entender que el convento es un BIC y que para este tipo de intervenciones el enclave ya cuenta con salas de exposiciones». «Se debería haber realizado en misma sala que se hizo con la muestra de Okuda el año pasado», concluyeron.

En este sentido, el director del Consorcio de Museos, José Luis Pérez Pont, a preguntas de LAS PROVINCIAS, defendió que el mural se realizó «de forma controlada y vigilada». «Se han pintado las paredes del claustro como se ha hecho en otras ocasiones. Las piedras del muro y el suelo se taparon para que no se mancharan. Todo se ha hecho protegiendo las zonas», sostuvo. Pérez Pont pidió no confundir «vandalismo con el arte del grafiti» y, afirmó que, cuando concluya el tiempo de exposición de la obra, «las paredes volverán a pintarse y se aprovechará también para subsanar unos daños surgidos tras las lluvias del pasado octubre», aseveró.

La polémica intervención forma parte de la exposición 'Evreka' que se inaugura este viernes en el museo y está organizada por el Consorcio de Museos de la Comunitat Valenciana con la colaboración del Ayuntamiento de Valencia. PichiAvo, formado por formado los dos artistas urbanos Pichi y Avo, «proponen en el Centro del Carmen una muestra pensada no sólo para ser vista, sino para ser vivida, donde la obra, el espacio y el visitante forman parte de un nueva dimensión expositiva», defendieron ayer sus responsables, quienes contaron que el mural «es un homenaje al grafiti más puro». «En él tan sólo se emplearon 'sprays' de colores plata, negro y blanco. PichiAvo rinden, de esta manera, tributo al grafiti, base y origen de su obra, trasladando la calle al museo», dijeron.