Jardín', obra de José Benlliure Gil. LP

Pinturas de Pinazo, Rusiñol y Benlliure desaparecen del Círculo de Bellas Artes

La entidad desconoce el paradero de 90 piezas de la colección, que no están guardadas en el almacén ni figuran en el centenar de obras que se subastan

Noelia Camacho

Valencia

Miércoles, 7 de octubre 2020, 00:46

Ni rastro de obras de Pinazo, José Benlliure, Santiago Rusiñol o Esteve Edo que formaban parte de los fondos del ya extinto Círculo de Bellas. Se les ha perdido la pista. Nadie sabe donde están. Han desaparecido. No hay documentación que demuestre que fueron vendidas, regaladas o devueltas a sus antiguos dueños. Los fondos de la desparecida institución, disuelta en 2019, han mermado en más de noventa piezas sin que nadie sepa dar una explicación.

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Así se extrae de la diferencia entre el inventario de cuadros, esculturas y lienzos que la histórica entidad realizó en 2007 y que mostraba una rica colección de cerca de 200 obras (recogidas en un completo catálogo) y las 103 que conforman el listado de la subasta que el pasado jueves hizo público el juzgado de lo Mercantil número 4 de Valencia con la que se pretende pagar la deuda de la entidad, que la llevó a entrar en concurso de acreedores.

«No hay recibo de venta o de devolución a los artistas» de las obras desaparecidas, según el abogado del Círculo

El abogado que ha tutelado el procedimiento concursal, Andrés Manglano, asegura a este diario que todas las creaciones que han salido a subasta pública «son las que guardaba la institución en el almacén cedido por un ayuntamiento y que fueron inventariadas por el administrador concursal del juzgado» –y que llevan guardadas allí desde que el Círculo vendió en 2017 el palacete que era su sede para mudarse a un local más pequeño de la calle Maldonado–. En este almacén no figuran 'Jardin', de José Benlliure, ni 'Retrato de Constantí Llombart', de Pinazo, ni 'Pati de Can Falç' de Rusiñol, entre otras piezas. De las obras del fondo pictórico del Círculo que no están ahora en el almacén «no hay ni rastro de recibos, documentación de venta o devolución a las artistas», apunta Manglano.

'Pati de Can Falç', obra de Santiago Rusiñol. LP

Otras fuentes consultadas por LAS PROVINCIAS apuntan a que antes de 2015, y debido a los problemas económicos que atravesaba la institución, ahogada por la hipoteca del palacete, se vendieron algunos de los fondos e, incluso, «algunos autores, viendo la situación financiera del Círculo, optaron por llevarse sus obras», argumentan, pero no hay constancia documental que demuestre el paradero de estas piezas, según estas fuentes.

La justicia permite pujar hasta el 31 de diciembre por cuadros como un apunte de Sorolla para 'La vuelta de la pesca' (que se puede adquirir desde 150.000 euros) o un 'Paisaje granadino' de Muñoz Degrain –desde 100.000 euros–, pero no ofrece al mejor postor cinco lienzos y dibujos de Pinazo, entre ellos el 'Retrato de Fernando Richart' o el 'Retrato de Constantí Llombart' (también dibujos como 'Niño con pelota', y 'Pareja de valencianos'), que formaban parte del fondo del Círculo. Tampoco se conoce el paradero de una de las joyas de la institución, el 'Pati de Can Falç', de Santiago Rusiñol o el 'Jardín, obra de José Benlliure. Ni un retrato masculino de Bartolomé Mongrell, ni un desnudo de Manuel Benedito, ni una 'Maternidad' de Manuel Boix ni la escultura 'Después del baño', de José Esteve Edo se encuentran en la relación de obras con las que el juzgado pretende recaudar el dinero necesario para pagar a los acreedores del Círculo de Bellas Artes. Entre esas 90 obras desaparecidas también hay creaciones de Rafael Fernández Martínez, Hipólito Amores, Valentín Urios, Rafael Aracil, Manuel Barberá Torres o Salvador Guaita, entre otros.

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'Retrato de Constantí Llombart', de Pinazo. LP

El Círculo se disolvió en mayo de 2019 tras entrar en un concurso de acreedores por una importante deuda que ahogó la institución y la llevó a la desaparición. Pese a que había logrado desprenderse del inmueble y rebajó las deudas, la devolución de una subvención (600.000 euros) a la Conselleria de Cultura fue la puntilla que acabó con a la entidad, que intentó llegar a un acuerdo con la Generalitat para dar los fondos en dación en pago, pero el trueque no se llegó a materializar.

Por ello, el juzgado ha tenido que actuar. Sin embargo, de esas 200 creaciones que atesoraba, son un centenar las que salen a subasta.

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