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El poeta valenciano Francisco Brines.

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El poeta valenciano Francisco Brines. J. SIGNES

Brines asciende al olimpo de las Letras con el Cervantes

Los Reyes entregaron al poeta valenciano el prestigioso galardón en un acto íntimo y emotivo en su finca de Oliva este mes de mayo

Noelia Camacho

Valencia

Miércoles, 12 de mayo 2021

El poeta valenciano Francisco Brines ha fallecido este jueves 20 de mayo, tras ascnder al olimpo de las Letras con el Cervantes, que recibió de la mano de los Reyes en su finca de Oliva.

Cuando se entra en la finca familiar del flamante premio Cervantes, una mirada al imponente jardín lleva a evocar indudablemente, la belleza. L'Elca, situada en Oliva, es sinónimo de poesía. Por ello no es de extrañar que el pasado 12 de mayo, cuando la Reina Letizia subía la cuesta que separa la entrada a la finca de la vivienda, tuviera que pararse para admirar la preciosa buganvilla que corona los alrededores de la casa del autor de 'Las brasas'. Pero no sólo eso, sino también que los versos y la literatura coparan las conversaciones del reducido grupo de asistentes que acudieron a la entrega del prestigioso galardón al poeta valenciano.

Y es que llegó el día que Brines esperaba «emocionado» desde hacía un mes. Saber que sus Majestades iban a acudir a su casa para hacerle entrega de la medalla que le hace ascender al olimpo de las Letras hispanas le llevó, incluso, a no dormir la noche anterior por los nervios. Don Felipe y Doña Letizia llegaron a la finca sobre las 12.33 horas acompañados por el ministro de Cultura, José Manuel Rodríguez Uribes, el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, y miembros y representantes tanto del Ayuntamiento de la localidad de Oliva como de la Fundación Francisco Brines.

Después, entraron en la vivienda, donde se celebró un acto en la más estricta intimidad y que duró cerca de una hora. No hubo discursos institucionales, ni pompa ni ceremonia. Sólo un encuentro entre el autor y unos pocos elegidos que disfrutaron sentados alrededor de Brines, quien pese a sus 89 años, se mostró tranquilo y conversador.

Brines no estuvo solo. En la entrega del Cervantes contó con la presencia de su sobrina, Mariona Brines, así como de otras personalidades del ámbito político y cultural como el director de la RAE, Santiago Muñoz Machado; la directora general del libro, la valenciana María José Gálvez, el alcalde de Oliva, David González; y la directora de la Fundación Francisco Brines, Àngels Gregori. Nueve en total fueron las personas que tuvieron el privilegio de asistir y para las que Francisco Brines preparó un especial regalo: la antología 'Como si nada hubiera sucedido', un volumen editado por la Universidad de Alcalá de Henares y el Fondo Cultural Económico con motivo de la concesión del Cervantes.

Además, el poeta y autor de 'Las brasas' también tuvo un gesto poético en exclusiva para los Reyes. Les entregó el volumen 'La iluminada rosa negra', un libro de autor que recoge una antología de su obra prologada por el poeta Carlos Marzal y con serigrafías de Antonio Martínez Mengual. Este ejemplar concentra dos de las obras más importantes en la producción literaria del poeta: 'El otoño de las rosas' y 'La última costa'.

Vídeo. LP

Durante la ceremonia, que se celebró a puerta cerrada, los Reyes se situaron cada uno a un lado de Brines. La Reina Doña Letizia estuvo en todo momento pendiente del poeta. Sentados en sillas, el ya flamante Cervantes y los asistentes hablaron de literatura y, además, pusieron en valor que los últimos autores reconocidos con tan prestigioso premio también son poetas. En este sentido, y en presencia del director de la RAE, se resaltó el hecho de que el autor es, además, académico.

«Brines se encuentra frágil pero muy emocionado», aseguró entonces Àngels Gregori, directora de la fundación del escritor, antes de que se iniciara el acto. «Es emocionante que se haya reconocido al primer valenciano con el Cervantes, un poeta universal y con raíces», añadió el presidente de la Generalitat, Ximo Puig.

El galardonado escritor regala a los Monarcas una antología de su obra titulada 'La iluminada rosa negra'

El estado de salud del poeta, el primer valenciano que logra el Cervantes, le impidió estar el pasado 23 de abril en el tradicional acto de entrega del galardón en Alcalá de Henares (Madrid). Los médicos le recomendaron no moverse de su casa. Por ello, el acto en el que se le ha reconocido tuvo lugar en la finca. Fue un encuentro íntimo, cercano y emotivo. Don Felipe y Doña Letizia visitaron la casa del poeta y académico valenciano, uno de los pocos supervivientes de la Generación poética del 50. Allí, en el jardín, compartieron charla. A la Reina se la vio muy cariñosa con el galardonado, a quien sostuvo del brazo a la hora de posar frente a las cámaras. Además, a la salida del acto, sus Majestades también se interesaron por la casa y el enorme jardín que rodea L'Elca.

Mariona Brines, Puig, los Reyes, Brines, Uribes y Sánchez Machado. CASA REAL

Esta fue la segunda vez que el premio Cervantes no se entrega en la Universidad de Alcalá de Henares. En diciembre del año pasado, los Reyes se desplazaron a Barcelona para hacer entregar al también poeta Joan Margarit del Premio Cervantes 2019, cuya entrega no pudo tener lugar el 23 de abril de 2020 a causa de la pandemia. Sus majestades entregaron su Cervantes a Margarit, fallecido en febrero de este año en el Palacete Albéniz de Barcelona. Fue en un acto privado y familiar en el que el poeta catalán dio lectura a sendos poemas en castellano y catalán y del que no se informó previamente.

Esta vez la Casa Real sí incluyó la entrega del Cervantes 2020 en la agenda de los Reyes, que se desplazaron hasta Oliva, para entregar en su casa a Brines el diploma y la escultura que le acreditan como ganador del más alto premio de las Letras hispanas, dotado con 125.000 euros.

«Una carta de amor»

La ceremonia del Cervantes se realizó en un acto íntimo, del que apenas trascendieron informaciones. No obstante, el Rey sí mostró «el placer y el honor» que sentía al entregar el premio al poeta valenciano y hacerlo «personalmente». Asimismo, la directora de la fundación que vela por el legado del escritor, Àngels Gregori, resaltó la emotividad del acto y lo comparó con «las últimas palabras de una carta de amor escrita durante 89 años». «Aquí en L'Elca todo tiene sentido: una forma de vivir, de ser, de estar en el mundo y poner emoción en el paisaje valenciano. Que se haya hecho posible este acto aquí da sentido a su obra y Brines está muy emocionado», aseveró. La directora general del libro, la valenciana María José Gálvez, también contó que el poeta estuvo departiendo con los Reyes de «sus dos grandes pasiones: la poesía y L'Elca». «Es una de las pocas personas que aúnan ser integrante de la RAE y poseer el Cervantes», aseveró.

Francisco Brines ha sido el primer valenciano en lograr el preciado galardón. Uno de los grandes autores del idioma castellano, cuenta entre sus maestros con Antonio Machado, Juan Ramón Jiménez y Luis Cernuda. Además, Brines se inserta en la gran nómina de escritores de la Comunitat que se expresan y crean en español como Blasco Ibáñez, Azorín, Miguel Hernández, Gabriel Miró, Juan Gil-Albert y Rafael Chirbes, pero sólo el poeta de Oliva se ha coronado con el Cervantes.

Entre buganvillas, nísperos y una paella para celebrar

Pese a ser un acto íntimo y sin acceso a los medios, la entrega del Cervantes deparó algunas anécdotas. La Reina, nada más llegar a la finca, se saltó el protocolo y se salió de la fila para observar las impresionantes buganvillas del jardín de Brines. Vestida con un conjunto de pantalón y blusa en tonos corales y ataviada con un moño, Doña Letizia señaló también las vistas que ofrece la espectacular casa del poeta. Después, accedieron a la vivienda, cuyo recibidor se llenó de flores en jarrones para celebrar la entrega del Cervantes. Pero no sólo a la entrada se produjo la admiración de sus Majestades por el entorno de L'Elca. A la salida, vislumbraron algunos de los objetos que cuelgan en el interior de la casa y, al salir, los Reyes depararon en los nispereros que plagan la finca. Fue el presidente Puig quien les explicó que en Oliva crecen estos frutos. Tras la marcha de los monarcas, que casi se produjo a las dos de la tarde, los miembros de la Fundación Francisco Brines se prepararon para celebrar una pequeña comida, sólo con los más allegados de Brines, con la que festejar el acto. Para ello, encargaron una paella.

En esta 45 edición del galardón que lleva el nombre del autor de 'El Quijote' se ha reconocido de nuevo a la prodigiosa Generación poética de los 50 y la defensa de Brines de la poesía como «ejercicio de tolerancia». El recientemente fallecido José Manuel Caballero Bonald era el único miembro de aquel grupo que tenía el premio mayor de las Letras hispanas que no lo lograron ni Claudio Rodríguez, ni Ángel González, ni José Agustín Goytisolo, ni Jaime Gil de Biedma ni José Ángel Valente. Ahora, Brines, ya disfruta del reconocimiento que le encumbra como uno de los grandes de la literatura en español.

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