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La privatización de los nuevos centros culturales de Valencia está en el limbo. La concejalía de Recursos Culturales del Ayuntamiento de Valencia publicitó el 2 de enero de 2023 en la Plataforma de Contratación del Sector Público el concurso para la privatización de cinco nuevos centros culturales. Como avanzó LAS PROVINCIAS, el Consistorio sacó a convocatoria pública la adjudicación por valor de 1,9 millones de euros del Centro L'Escorxador, Reina 121, Alqueria d'Albors, el chalet de Abben Al-Abbar y la Nave 3 del Parque Central. Diez días después, el 13 de enero a las 13.51 horas, el Ayuntamiento anuló el proceso. Desde entonces, permanece bloqueada.
La privatización de cinco nuevos espacios artísticos suma un mes en el limbo. En la Plataforma de Contratación del Sector Público, el Ayuntamiento ha comunicado el desistimiento del proceso. La última notificación tiene fecha del 27 de enero de 2023. Desde entonces no hay novedad.
El Ayuntamiento busca (o buscaba antes del desistimiento) una o varias empresas para «la prestación de servicios de gestión cultural incluyendo dirección y programación, asistencia técnica para actividades y servicios auxiliares de atención al público» de los nuevos centros culturales de Valencia. Para cada uno de los edificios se requieren cuatro trabajadores: una persona para la dirección, dos personas para atención al público y una persona de asistencia técnica.
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¿Por qué se ha paralizado el proceso? «Para actualizar el presupuesto base de licitación». Según un aviso del servicio de contratación, colgado en la plataforma de contratación pública, se adaptará el montante económico a «la entrada en vigor de un nuevo convenio colectivo sectorial».
El alcalde de Valencia, Joan Ribó, asumió la paralización de la privatización de los cinco centros culturales y habló de «pequeño problema», en declaraciones del 19 de enero de 2023 tras visitar las obras de reforma del Palau de la Música. Sobre si hay algún plazo para reactivar el proceso de adjudicación de los contratos, la concejal de Recursos Culturales, Glòria Tello, confió en que no se retrase «en exceso». «Es recalcular unas cifras y ya está», apostilló ese mismo día. Pese a las afirmaciones, nada ha cambiado en la privatización de los cinco centros culturales.
El Ayuntamiento frenó el proceso después de comprobar «que no se ha presentado oferta alguna» de ninguna empresa, pero sí ha despertado interés en algunas empresas. Cuando se actualice el presupuesto se volverá a publicar el contrato en la Plataforma de Contratación del Sector Público.
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En el anuncio original se apuntaba que los interesados, personas físicas o empresas, pueden optar a los cinco lotes juntos o por separado. Los cinco centros ascendían a 1.950.856 euros. El desglose individual era el siguiente: Centro L'Escorxador tenía un presupuesto base de 235.124 euros; Reina 121, 235.124 euros; Alqueria d'Albors, 235.124 euros; el chalet de Abben Al-Abbar, 235.124 euros, y la Nave 3 del Parque Central, 239.768 euros. Estas cantidades serán revisadas, según el aviso del Ayuntamiento de Valencia.
¿Qué tipo de programación busca el Ayuntamiento? El pliego detallaba «eventos culturales» desglosados en dos bloques: uno formativo y divulgativo (club de lectura, talleres de escritura, presentaciones de libros, cine-fórum, etcétera) y otro de «carácter escénico (actuaciones)» (teatro infantil, teatro adulto, circo, danza, conciertos, cuentacuentos, recital de poesía, magia, humor...).
Todo este proceso se abrió a cuatro meses de elecciones con la previsión de que la adjudicación esté resuelta antes de los comicios. La paralización de los trámites burocráticos complica que la externalización esté resuelta antes de la cita con las urnas pero no es imposible.
Cuando Joan Ribó alcanzó la alcaldía de Valencia en 2015 su equipo de gobierno paralizó la externalización del Teatro El Musical (TEM), abierto durante el mandato del PP y al que se habían presentado firmas. La concejalía de Acción Cultural, en manos de María Oliver (València en Comú), suspendió el concurso de la adjudicación en marcha y optó por la gestión directa del auditorio del Cabanyal-Canyamelar. El alcalde acudió a la fiesta del TEM con la que se simbolizó la recuperación del espacio teatral después de la oscura etapa del espacio en manos del empresario madrileño José Luis Moreno.
Ahora Ribó actúa de forma diferente a como lo hizo con el TEM y recurre a la privatización para dar vida a cinco centros culturales. La externalización de servicios culturales no es exclusiva del Ayuntamiento de Valencia. La Conselleria de Cultura, en manos de Compromís, también ha optado por la privatización de las direcciones artísticas de los festivales (Sagunt a Escena, Cinema Jove o Dansa València) y de centros escénicos (La Granja).
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