Los proyectos culturales se atascan

Sólo un 15% de sus fondos se exhiben en el Museo de Cerámica. La institución artística está a la espera de la rehabilitación del edificio anexo para poder mostrar el grueso de su colección. La fachada que recae en la Iglesia de San Juan de la Cruz también urge las obras de consolidación. La visita del ministro de Cultura, José Manuel Rodríguez Uribes no sirvió para desbloquear el letargo de la pinacoteca, que aguarda la reforma desde hace 20 años. Dos décadas. Cuatro lustros. No importa quién ocupe el Ministerio de Cultura ni tampoco si gobierna el PP o el PSOE. La reforma del centro, uno de los más visitados de Valencia, no se vislumbra.

La actuación en el Palacio del Marqués de Dos Aguas «asciende a algo más de 11 millones de euros», dijo el ministro José Guirao en diciembre de 2018 cuando recorrió las instalaciones del González Martí. En su visita a Valencia de hace un par de semanas, Rodríguez Uribes, a diferencia de su antecesor, no lanzó públicamente ningún compromiso.

Los anuncios económicos sobre el Museo de Cerámica son periódicos. Luego la realidad se encarga de desmentir al ministro de turno y evidencia que la cultura no está en la agenda política. El González Martí es el caso más paradigmático del anquilosamiento de la gestión pública y de la falta de voluntad política para avanzar en materia cultural, pero en cada legislatura se van sumando nuevos casos a los no resueltos.

Atrapado en el tiempo permanece el Museo de Bellas Artes de Valencia, que no levanta cabeza. La Conselleria de Cultura se propuso en 2015 resolver su independencia en la gestión (a través de una nueva personalidad jurídica, ya sea fundación o consorcio) y su autonomía financiera. Nada se ha resuelto cinco años después. El departamento de Vicent Marzà necesita de la complicidad del Ministerio para sacar adelante estas cuestiones. En su visita a Valencia Rodríguez Uribes no visitó el San Pío V por falta de tiempo. Se comprometió en regresar en septiembre. Quizá después de agosto sea el momento de desbloquear el proyecto museográfico, que también se presentó la anterior legislatura. Si el Ministerio no aprueba, licita y ejecuta el nuevo ordenamiento artístico (estanterías, didáctica, etc), el recorrido expositivo del centro es inmutable. El Gobierno, que ha desbloqueado la ampliación del Museo Sorolla de Madrid, no mima el San Pío V, pero tampoco la conselleria lo hace: no ha aumentado la plantilla del Bellas Artes, que acusa una falta de profesionales de restauración y conservación. La situación es insostenible: de las dos restauradoras que posee la pinacoteca, Pilar Ineba y Asunción tena, la segunda se acaba de jubilar.

Se eternizan las cuestiones que dependen de Madrid, pero tampoco se resuelven los proyectos artísticos más cercanos. La gestión cultural se atasca en el Ayuntamiento, en la Diputación y en la Generalitat. El Consistorio ha consumido un año en tramitar la redacción del proyecto de reforma del Palau de la Música, que está cerrado desde julio de 2019. En la última junta del gobierno se tramitó la aprobación previa que ha recaído en la firma Santatecla Arquitectos. El contrato para la redacción del proyecto básico y de ejecución, director de obra y coordinación de seguridad es de 245.000 euros. El trámite aprobado el pasado viernes debía haberse finiquitado en marzo, es decir, la reforma exprés del auditorio municipal no está cumpliendo el calendario previsto. Suma ya cuatro meses de retraso sobre el 'planning' inicial. Santatecla Arquitectos tiene tres meses para redactar el proyecto de reforma. El Ayuntamiento licitará posteriormente las obras de rehabilitación. ¿Cuándo empezarán las obras? Difícil respuesta. Queda un mínimo de un año de trámites burocráticos. Las máquinas entrarán en el Palau a los dos años de su cierre.

Tampoco la Diputación de Valencia da muestras de celeridad. La corporación suma cuatro años sin dar respuesta a la falta de sede del Escalante. En octubre de 2016 se abandonó el edificio de la calle Cadirers ante el mal estado del inmueble, propiedad del Patronato de la Juventud Obrera. La entonces diputada de Teatro, Rosa Pérez Garijo, abandonó la sede histórica del Escalante y desde entonces el proyecto escénico, que suma más de tres décadas de vida, sigue vagabundeando por escenarios de la ciudad. El Escalante está desdibujado sin sede fija.

No es el único obstáculo que hipoteca el presente del Escalante. Tiene pendiente cubrir la dirección artística. La programación no peligra dado que se contrató temporalmente a Gabi Ochoa para sacar adelante la próxima temporada, pero no hay continuidad en el proyecto escénico. Vicent Vila estuvo en el cargo 27 años y Josep Policarpo de 2016 a junio de 2019 y ¿quién ocupará la dirección? Sólo se sabe que será un funcionario. La fórmula de la anterior legislatura (convocatoria pública) ahora no es válida. La Diputación, como avanzó LAS PROVINCIAS, está en trámites de convertir la dirección artística del Escalante en una plaza funcionarial. El Escalante va con el paso cambiado: la mayoría de espacios escénicos eligen a los responsables por fórmulas abiertas, pero en la Diputación lo limitan a trabajadores de la Administración.

A la Conselleria también se le acumula la resolución de proyectos culturales. Tiene pendiente la asunción de los fondos del Círculo de Bellas Artes de Valencia, depositados en un almacén municipal en 2017. Fue en 2019 cuando el departamento de Vicent Marzà reclamó al Circulo una deuda de 1,8 millones. La centenaria entidad optó por la dación en pago de su colección. La institución cultural, que posee obra de Sorolla, Pinazo, Degraín y Benlliure, se disolvió. El destino natural de los fondos es el San Pío V, como apuntó el entonces secretario autonómico de Cultura, Albert Girona.

Tampoco tiene fecha la restauración de la antigua Escuela de Artes y Oficios en el Centro del Carmen. El director del Consorcio de Museos, José Luis Pérez Pont, mostró su disposición a realizar estas obras. Así lo anunció en su comparecencia en Les Corts en marzo de 2017, pero se acabó la anterior legislatura sin acometer este proyecto. Las obras que sí se están ejecutando son las obras para instalar una cafetería.

También esta legislatura será, en teoría, la de la ampliación de la plantilla de la orquesta de Les Arts. La formación, que fue bautizada como «la mejor orquesta de Europa» nació en 2005 con casi un centenar de músicos elegidos por Lorin Maazel. Ahora tiene 54 músicos en plantilla y el objetivo es ampliarla en 2021 hasta los 79. Así lo aseguró el director artístico, Jesús Iglesias, durante la presentación de la temporada 2020-2021.

Las obras teatrales de la Diputación no tienen sede fija para su representación. Además, tiene pendiente cubrir la dirección artística

La formación no crece. No se han convocado plazas para ampliar la plantilla fija

Cultura prometió un consorcio o fundación para dotarlo de autonomía; no se ha hecho. El Ministerio no licita el plan museográfico (herramienta necesaria para reordenar los fondos) ni la Generalitat aumenta la plantilla

El fondo está en un almacén municipal a la espera de que Cultura ofrezca un destino a la colección

Aguarda la reforma desde hace dos décadas. Sin la necesaria ampliación sólo exhibe el 15% de su colección

En Les Corts, José Luis Pérez Pont anunció en marzo de 2017 la rehabilitación de la antigua Escuela de Arte y Oficios. La reforma depende de la Conselleria de Cultura