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Retablo del Maestro de Perea que desde 2010 se encuentra en restauración. Damián Torres

El Maestro de Perea, la restauración imposible del IVACOR

Tres legislaturas lleva el retablo de los Tres Reyes en el taller I La escasez de personal, la falta de voluntad política e imprevistos ralentizan la recuperación de la pieza del siglo XV

Laura Garcés

Valencia

Miércoles, 31 de mayo 2023, 02:04

Trece años han pasado desde que comenzó la restauración de una de las grandes piezas del arte valenciano. ¿Mucho tiempo? Las consultas realizadas por este periódico a especialistas en la materia aseguran que sí, que son demasiados años. 'Retablo de los Tres Reyes o de la Epifanía', obra del maestro de Perea, entró en el taller del Instituto Valenciano de Restauración (Ivacor) en enero de 2010 y todavía no ha salido. Y lo que le queda en medio de un paisaje en el que no faltan opiniones de especialistas que por una parte apuntan a la «desidia» y por otra a que la preferencia concedida a otras intervenciones, como la predela del Centenar de la Ploma, y la que puede considerarse falta de voluntad política a la hora de resolver la falta de personal -más allá de los imprevistos- ha podido ralentizado el proceso.

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La dirección general de Patrimonio ha confirmado a LAS PROVINCIAS que la fecha de entrega está prevista para final de 2023. Si se cumple ese plazo serán trece los años que el retablo habrá permanecido en el taller y por tanto alejado de la contemplación del público. Más de una década de espera no pasa desapercibida, se contempla como una anomalía en un prolongado proceso de restauración que llegó a imposibilitar que la pieza, un retablo del siglo XV de siete metros de altura que procede de la capilla de los Tres Reyes del convento de Santo Domingo de Valencia, formara parte de la exposición que el Museo de Bellas Artes dedicó en 2020 al artista. Tantos días han pasado que en el universo valenciano de la conservación del arte se afirma que «probablemente es la restauración que más tiempo se ha prolongado en la Comunitat».

¿Qué ha sucedido? ¿Qué queda por hacer para que el retablo pueda exhibirse? Patrimonio explica que ahora se trabaja «en la fase de restauración de las 'polseras' o guardapolvos del retablo, las tablas que se sitúan en oblicuo sobre los bordes superiores y laterales de los retablos a modo de enmarque». La dirección general de Patrimonio, departamento que dirige Carmen Amoraga, no ha facilitado mayor detalle sobre los trabajos que lleva a cabo el Intituto Valenciano de Conservación y Restauración (Ivacor), si bien este periódico ha podido conocer que lo único que queda pendiente son los dorados, una labor de gran calado para esta pieza.

El departamento de Amoraga explica, además, que los restauradores no se dedican en exclusiva a una obra, «sino que simultanean diferentes trabajos». El hecho de que anden empleados en varios proyectos responde a que «los materiales que se aplican en las restauraciones requieren de reposo y durante ese periodo se trabaja en otra obra. Lo mismo ocurre con los materiales utilizados: un mismo producto es utilizado en varias intervenciones». Todos estos detalles llevan a la dirección general de Patrimonio a dejar sin respuesta la pregunta de LAS PROVINCIAS interesada en conocer el presupuesto destinado a la intervención cuando señalan que« determinar la parte del salario del restaurador o la porción del material destinado a una sola obra no es posible».

Se da la circunstancia de que ya en febrero de 2021 Cultura atribuyó la demora a que la pandemia había retrasado la recuperación del marco dorado, «que es lo que queda» del proceso», dijo entonces. Lo cierto es que cuando estalló la pandemia, el retablo ya llevaba diez años en el quirófano del arte. Entonces ya se dijo que tendría que pernoctar otros dos años en los talleres, cita que traslada a 2023. En todo este largo proceso, el año pasado se dio la triste circunstancia del repentino fallecimiento de una de las dos especialistas en dorado que trabajaban en la pieza. Sólo quedó una experta al frente de una intervención que exige gran pericia, algo a lo que acuden las fuentes para explicar las razones del retraso.

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Pero no puede escapar a la observación de que cuando tuvo lugar el fallecimiento de la especialista, la pieza del Maestro de Perea ya soportaba largo tratamiento. «La restauración de la pintura está terminada, lo que ocurre es que en el Ivacor sólo hay una doradora», certifican las fuentes. A la escasez de personal añaden que si bien es cierto que «habrán estado haciendo también otros trabajos, la verdad es que ha pasado mucho tiempo», insisten al mismo tiempo que lanzan un interrogante que interpela al Ivacor en tanto que no encuentran explicación a que este instituto todavía «no ha cubierto la plaza que quedó vacante con el fallecimiento de la especialista».

Otras voces consultadas advierten, además, de que el hecho de que la restauración la asumiera el Ivacor dejó al Museo de Bellas Artes, titular de la pieza, «atado de pie y manos» ante la intervención. De otra manera, aseguran, la pinacoteca «habría podido contratar a un restaurador externo», algo que es posible y que se ha hecho en otras intervenciones. Tampoco pasa desapercibido en el análisis de la situación que acompaña a esta restauración que a lo largo del proceso se han observado prioridades que se han intercalado en el tiempo y citan el caso de la recuperación de la predela del Centenar de la Ploma, una restauración que fue de ida y vuelta en tanto que se trata de una pieza propiedad del Museo Victoria & Albert de Londres.

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La suma de todas las circunstancias que han intervenido en un largo peregrinar hacia la recuperación del único retablo de la colección del Bellas Artes que no puede exponerse, y que además se trata de la obra capital del Maestro de Perea, vuelve a poner de manifiesto que la segunda pinacoteca de España, anda escasa de restauradores.

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