Ricard Camarena aclara el futuro de su restaurante en Bombas Gens

«La continuidad del restaurante está garantizada. No tiene nada ver porque el restaurante está en un edificio que pertenece a una fundación que sigue su actividad. Puede que en el centro cambie el tipo de arte, pero a nosotros no nos afecta», ha contado Camarena a LAS PROVINCIAS, quien defiende que «tenemos un contrato en vigor y no se puede romper». «Yo firmé por quince años con un proyecto a largo plazo y, aunque cerrara el museo, el restaurante seguiría abierto porque lo único que compartimos es una puerta de acceso», señala antes de aseverar que, «venga quien venga, tenemos un contrato en vigor».

El chef valenciano es consciente de que el proyecto de Bombas Gens está cambiando. «La fundación siempre me ha mantenido al tanto de las conversaciones que ha tenido, siempre he estado informado porque aunque sabía que esto no nos afectaba y no era un problema mío ni del restaurante, ellos quería hacerme saber la situación», cuenta el cocinero.

En este sentido, confiesa que desde que salió a luz la inviabilidad de Bombas Gens tras conocerse que había solicitado un rescate a la Generalitat, mucha gente se ha interesado por el futuro del Ricard Camarena Restaurant. «Me lo han preguntado muchas personas que entendían que si cambiaba el futuro de Bombas Gens, podía afectarnos. Pero no tiene nada que ver porque son dos proyectos complementarios pero no dependen el uno del otro», afirma el chef, quien insiste en que cuando abrió las puertas de su local en la antigua fábrica de bombas hidráulicas del barrio de Marxalenes, lo hizo con una visión a largo plazo. «La inversión que hice tenía sentido de cara a 15 o 20 años», asevera Camarena, quien trasladó en 2017 su restaurante gastronómico a Bombas Gens.

«El restaurante está más vivo que nunca y lo que va a pasar va a ser bueno. Piensa que los días que está cerrado el museo, o en el horario que está clausurado, nosotros seguimos con nuestra actividad, así que no nos afecta», insiste el cocinero valenciano, quien asegura que de cara a la Navidad, el Ricard Camarena Restaurant tiene muchas reservas. «El restaurante está mejor que nunca», concluye el chef.

El centro de arte Bombas Gens abrió sus puertas de la mano de la Fundación Per Amor a l'Art en julio de 2017. Tras la rehabilitación de la antigua fábrica de bombas hidráulicas Gens, la entidad instaló allí la colección de los empresarios y responsables de la fundación José Luis Soler y Susana Lloret. Pero hace unos meses, se conoció que la institución había solicitado un rescate público a la Generalitat Valenciana ante la imposibilidad económica de sobrevivir. En aquel momento, el Consell tendió su mano para dialogar. Aunque no se ha llegado a ningún acuerdo y, es más, los anteriores gestores públicos de la Conselleria de Cultura mostraron sus recelos a un rescate que se iba a llevar a cabo con dinero de todos los valencianos.

Bombas Gens ha seguido sumido en la incertidumbre estos meses sin despejar su futuro. Se ha dado información con cuentagotas. Este pasado martes sí anunciaron que el espacio del barrio de Marxalenes se transformará en un centro de arte digital. La fundación ha confiado a Layer of Reality «la nueva etapa», que es el nacimiento de Centre d'Arts Digitals Bombas Gens. Y aún hay más. Según han prometido los responsables del espacio, en unas semanas se dará a conocer el destino de la colección que «en cualquier caso seguirá al servicio del público», afirman.