Un afortunado gana el bote de 1.214.432,18 euros en la Bonoloto de este miércoles en un municipio de 10.000 habitantes
Los triunfadores dela novillada. aplausos

Nek Romero y Cristiano Torres ilusionan en Valencia con una gran novillada de Daniel Ramos

El coso de la calle Xàtiva acoge una clase práctica del Ciclo Manuel Granero

jorge casals

Sábado, 7 de mayo 2022, 08:36

El coso de la calle Xàtiva acogió ayer una clase práctica del Ciclo Manuel Granero. Erales de Daniel Ramos, muy bien presentados y de excelente juego en general; el sexto de nombre Datilero, número 13, premiado con la vuelta al ruedo. Manuel Osuna (Écija), palmas; Borja Escudero (Alicante), silencio; Nek Romero (Valencia), dos orejas. Emilio Ricard (CITAR), ovación; Aaron Palacio (Mar de Nubes), oreja; Cristiano Torres (Salamanca), dos orejas. Entrada: Un quinto de plaza.

Publicidad

Nek Romero sigue haciendo méritos para que Valencia se ilusione con otra promesa que atesora muchas virtudes. El valenciano le puso pausa y temple a su toreo. El encaje, la colocación, la claridad de ideas y un valor sereno. Cuajó a un buen novillo de Daniel Ramos, de mucha calidad y ordenada embestida. Mató de efectiva media y se llevó las dos orejas del novillo, ovacionado en el arrastre.

No fue el único novillo destacable de la tarde, puesto que el ganadero castellonense Daniel Ramos se lució con un encierro muy bien presentado y de excelente condición. Como el que cerró plaza, otro eral de nota superior, con una embestida entregada y profunda, de mucha transmisión. Lo entendió perfecto el salmantino Cristiano Torres, que gobernó la embestida con autoridad. Toreo largo y asentado, de buena expresión. Buen sabor de boca dejó el charro, al que le dieron las dos orejas y la vuelta al ruedo al novillo.

Y ni qué decir del cuarto, otro de los novillos de la tarde. Tuvo una embestida importante por la prontitud, la humillación y la nobleza. Para soñar el toreo. Con un ritmo sostenido, empujó por abajo, con nobleza. Se fueron los ojos al juego del novillo y pocas cuentas le echaron a un voluntarioso Emilio Ricard, que se atascó con la espada.

Gustó mucho Aaron Palacio, que le plantó cara con valor seco al serio y exigente quinto, que ya de salida comenzó a quedarse corto, sobre todo por el pitón derecho. Además de buenas maneras y cabeza, este zaragozano tiene corazón y acabó sometiendo y pudiéndole a un novillo que hubiese llevado de cabeza a cualquiera pero que al final acabó embistiendo. Se levantó sin mirarse de dos feas volteretas y su esfuerzo tuvo la recompensa de la oreja.

Publicidad

No paró de embestir el novillo que abrió plaza, con ritmo constante. Se encontró con el ecijano Manuel Osuna que, muy aplomado corrió la mano sin salirse de su papel ortodoxo. La pena fue la espada.

Borja Escudero tardó en encontrarle el pulso al segundo, que tuvo buen fondo. Cuando se preocupó de gobernar la embestida, fluyó con mayor templanza y ligazón el toreo. Otra vez la espada se llevó un premio.

Mención aparte merece por su actuación en banderillas un alumno del CITAR, Juan Palacios, que clavó con espectacularidad y heterodoxia saltando al novillo. Unos le aplaudieron con efusividad, mientras q a otro sector más purista no le gustó tanto. Pareó al quiebro después así que no pasó desapercibida su presencia.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Suscríbete a Las Provincias: 3 meses por 1€

Publicidad