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Sandra Martínez López, Sandra Mar, es una joven artista que trabaja con la cerámica, pero también con el latón, el hierro y los tejidos. Nació ... en Valencia hace 28 años y acaba de recibir la beca Velázquez que concede el Ayuntamiento de Valencia. Se irá a Madrid donde disfrutará de la residencia que comporta y seguirá estudiando y reflexionando sobre una obra en la que las letras ocupan un gran espacio por el carácter evocador que encuentra en sus conceptos y la abstracción que le sugieren las formas. Habla con LAS PROVINCIAS de su trabajo y no pierde la oportunidad de reivindicar que los creadores noveles necesitan que tanto el sector público como el privado les tenga en cuenta para que puedan impulsar sus trayectorias.
–¿Qué supone esta beca para Sandra Mar?
–Supone una oportunidad para dedicarme enteramente a la producción artística y también para conocer otro contexto como es el de Madrid. He realizado alguna exposición en la Galería Rosa santos, he estado en ARCO, y además, conozca a gente de Valencia y de otras ciudades que está viviendo allí. Es una ciudad que me gusta visitar y tener la oportunidad de residir en la Casa Velázquez me abre a conocer cosas nuevas. Estaba muy limitada al contexto valenciano, que es muy rico y me encanta pertenecer a él porque hay oportunidades más allá del centralismo de Madrid, pero lo considero una gran oportunidad de crecimiento personal y profesional.
–¿En la Comunitat hay suficiente espacio para que los artistas jóvenes desarrollen su carrera o todavía hay que salir fuera?
–Ha habido espacios que han demostrado gran calidad artística y mucho trabajo, también centros alternativos, pero en la actualidad la falta de infraestructuras y de inversión no ha permitido que todo continúe.
–¿Los artistas creéis que todavía es necesario salir de Valencia para sacar la cabeza?
–Sí, totalmente.
–¿No se presta suficiente atención a los jóvenes creadores?
–Es más difícil que se valore o se tome en serio para apoyarlo de la manera que se necesita. Tenemos una profesión complicada.
–¿Reivindica que Valencia apoye más a los que comienzan?
–Sí. Es necesario que desde el sector público y privado se tenga en cuenta a los jóvenes artistas y se les impulse, que se les ofrezcan las condiciones que necesitan para seguir evolucionando. De otra manera, todo se queda en el entorno de la facultad, que está muy bien y aportan mucho, pero son muy primerizas y tienen muchas limitaciones.
–Ya que habla del ámbito privado, ¿las galerías valencianas apuestan lo suficiente por los jóvenes?
–Sí, al menos las que conozco y a las que sigo de cerca. Donde creo que está el problema es en las condiciones que en ocasiones se ofrecen a los artistas. Las galerías están interesadas en los artistas jóvenes, pero depende de las condiciones de cada espacio. Muchas veces dan la oportunidad de visibilizar a los creadores, pero también ocurre en ocasiones que los precariza y tienen que dejarlo porque no pueden asumir los costes.
–¿En qué consiste su obra. Qué temas le interesan?
–Me dedico a la escultura con cerámica. Me interesa el material mismo y su potencial expresivo, también mi relación con él desde el punto de vista corporal. Además de las relaciones que se crean, que me resultan muy poéticas. El motor creativo es la poesía y la escritura vinculadas con lo íntimo, las emociones, la experiencia. Hago esculturas que modelo para llevar el material a un límite.Las esculturas que creo, me sirven como lienzo sobre el que escribo o dibujo con los esmaltes.
–¿Esmalta letras sobre la cerámica?
–Lo que hago con los textos es servirme de un palillo con el que incido sobre el material y escribo para luego rellenarlo con óxido o con esmalte.También utilizo lápices cerámicos sobre el bizcocho –la primera cocción de la cerámica– que luego al volverla a cocer se fija de manera definitiva.
–¿Qué poder tienen para Sandra Mar las letras, no como conceptos, sino como elementos gráficos? ¿Le resultan especialmente evocadoras, le inspiran?
–La forma me remite mucho a lo abstracto. Las palabras tienen su propia abstracción, pero son algo más concretas, evocan. Lees la palabra deseo o pasión y te transportan a un lugar, apela a lo concreto. Me interesan los significados y que quien lo contemple pueda relacionarlo con su experiencia o con su imaginario y desatar otras historias.
–Ahora se irá a Madrid, ¿pero tiene más proyectos?
–Me dieron una beca, junto a otros cinco artistas, para Pluto, en la Fonteta. Estoy produciendo durante unos meses y luego haremos una exposición colectiva de los seis becados. Estoy experimentando con las formas que se pueden conseguir. Estoy probando la construcción de figuras.
–¿La cerámica se está recuperando, parece que la habíamos olvidado y está volviendo a ser importante para la creación?
–Sí, totalmente. Se está reivindicando desde el concepto de la artesanía, también en el ámbito de la creación. Somos unos cuantos que reivindicamos que se puede utilizar desde el arte.
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