Las librerías gozan de buena salud. Desde que apareció la primera edición de 'Librerías' (Galaxia Gutenberg), además de seguir siendo reductos culturales, en algunos casos se han convertido también en objetos virales de redes sociales, gracias a la espectacularidad de sus espacios. «Paredes de libros que parecen infinitas por los espejos para que los que van se hagan un 'selfie'. Casi un parque temático», mantiene su autor, Jorge Carrión. «Pero está bien porque eso hace que se conozcan».
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Este es uno de los cambios más notables de los últimos años, sobre todo entre las más grandes, ubicadas en China, Corea o Brasil. Aunque las más famosas siguen siendo Shakespeare and Company, en París; Ateneo Grand Splendid, en Buenos Aires; y Lello, en Oporto.
Las librerías se reafirman además como refugios contra los bulos. «En estos doce años, desde que salió por primera vez este ensayo se ha producido un auge del fascismo y de nuestra relación problemática con la información. Así que de un modo inesperado se han convertido en lugares donde buscar datos y hechos contrastados y verificados», asegura Carrión, en un encuentro con lectores en la librería Celama, una de las más nuevas «y virales» españolas.
Defensor de las secciones infantiles «porque lo que asegura el futuro es que la próxima generación se enamore de los libros de papel», Carrión confiesa que «por culpa de este libro ahora no tengo inocencia. Cuando entro en una librería, tengo una mirada analítica y cuesta que me sorprenda».
Alejado de la idea del catálogo o de listado comentado, Carrión indagó en la memoria de esos sitios. «No es una enumeración», mantiene. «Es un libro literario, que se lee como una novela. Pero como están las mejores librerías del mundo mucha gente lo usa como guía de viaje».
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Doctor en Humanidades, nacido en Tarragona en 1976 y autor de la tetralogía de ficción 'Las huellas', Carrión asegura que «antes creía que se tenían que modernizar, pero ahora creo que una librería tiene que ser clásica. Tiene que ser un espacio donde no haya wifi, para reconectar con lo físico, tocar los libros y no ver el móvil».
De las que estuvieron en la primera edición, la «minoría» ha cerrado sus puertas, pero son más las que inauguran o se expanden. «Estamos en el renacimiento de las librerías», asegura Carrión, que reúne las librerías más hermosas, más antiguas, más políticas, más irreverentes, más literarias y más cotidianas que ha visitado desde 1996 por los «cinco continentes». Este ensayo, como se dice en el epílogo, no tiene fin.
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