El sorolla del Círculo ya tiene dueño

Los cuadros 'Estudio para la vuelta de la pesca', de Joaquín Sorolla, y 'Paisaje granadino', de Muñoz Degrain, pertenecientes a la colección del extinto Círculo de Bellas Artes, ya tienen dueño. La Generalitat Valenciana ha ejercido el derecho de tanteo sobre ambas piezas en la subasta dentro del proceso de concurso de acreedores al que se vio abocado el círculo al no poder hacer frente a sus deudas. Según ha podido confirmar LAS PROVINCIAS tras esta adquisición, a través de la Conselleria de Cultura, ambas pinturas pasarán a formar parte de los fondos del Museo de Bellas Artes.

Las fuentes consultadas han asegurado que por 'Estudio para la vuelta de la pesca' se han pagado 50.000 euros, cantidad que dista del precio de salida de la obra –en la primera subasta iniciada el pasado octubre–, que era de 150.000 euros. Por 'Paisaje granadino' se han pagado 40.000 euros. En este caso el precio de salida inicial se estableció en 100.000 euros.

En la primera subasta, que se abrió en octubre de 2020 y se cerró el pasado 31 de diciembre, nadie pujó por estas obras, como tampoco por otras. Esta circunstancia llevó a que en febrero, el administrador concursal determinara un nuevo periodo, de tres meses, para poder pujar por las mismas sin que en este caso fuera necesario hacerlo por un precio mínimo.

Transcurrido ese tiempo, se ofreció un mes a la Administración para que ejerciera el derecho de tanteo, lo que implica que podía adquirir las piezas por el importe de la puja más alta que se realizara una vez se abrieran los sobres con las ofertas. Ante la necesidad de dar estos pasos, las fuentes consultadas por este diario, estimaron que el proceso –como así ha sido– terminaría en junio.

La compra de estas obras escribe un nuevo capítulo en la historia de la disolución del Círculo de Bellas Artes a la que siguió el concurso de acreedores porque la extinta entidad no pudo afrontar la deuda que tenía con la Administración. Pero nada más iniciarse el proceso de concurso, como adelantó LAS PROVINCIAS, se descubrió que en el listado de obras que salían a subasta faltaban 93 piezas de la colección, entre las que se encontraban obras de Rusiñol, Pinazo y Benlliure, situación que dio pie a una investigación que acabó archivada.

La Fiscalía no observó «suficientes indicios de la comisión de un ilícito penal», según el escrito al que tuvo acceso este periódico. Las obras cuyo paradero se desconocía fueron localizadas, aunque no se sabía el destino de 31 de las piezas que no aparecieron en el listado inicial.

El relato que ha acompañado al concurso de acreedores del Círculo ha estado salpicado de sobresaltos. No sólo la investigación policial. En medio del proceso se descubrió un documento que hacía constar que las obras de Ignacio Pinazo de la colección del Círculo, en caso de que este se extinguiera debían pasar a la Academia de Bellas Artes y de esta al Museo San Pío V.

El hallazgo de este escrito excluyó las pinturas del artista de Godella de la lista de la subasta y el Museo de Bellas Artes las recibió y presentó a los medios de comunicación. Con estas piezas y las que ahora se han adquirido en la subasta, el patrimonio artístico valenciano recupera parte de la colección del extinto Círculo de Bellas Artes.

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