El padre Jofre defendiendo a un loco a través de la mirada del universal Sorolla. Y Mesalina, la bella e infiel esposa del emperador Claudio, con el punto de vista del mismo artista. Un ojo creativo que lo pintó todo, la esencia de las almas ... y la forma de los cuerpos. Nada se le escapó. Despertó la admiración de quienes quisieron contemplar la piedad al óleo, pero también la de quienes -por aquellos tiempos- se escandalizaron ante la plasmación del desnudo femenino. Ya en sus inicios, como la pintura de uno y otro personaje prueban, el universal valenciano demostró que su pincel era el de un genio, el de un artista cuya 'jota' era la letra con la que se reconocía el trabajo anónimo que presentó para acceder a la beca que le abrió las puertas de la historia del arte.
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Mucho tiene que contar de esos orígenes creativos la colección de Sorolla que guarda la Diputación de Valencia concentrada en veinte obras. Dieciocho van a salir a la luz, junto con 'Mesalina en brazos del gladiador', obra de la colección BBVA, once piezas de la casa Museo Sorolla, dos dibujos del Ayuntamiento de Requena y unos cuantos documentos. Desde el 6 de marzo y hasta el 2 de julio, todo hablará de aquel joven en la muestra 'Sorolla en Roma. El artista y la pensión de la Diputación 1884-1889'. La cita es en el palacio de Los Boil de La Scala bajo comisariado de Rafael Gil Salinas, catedrático de Historia del Arte de la Universitat de València.
La colección de la Diputación de Valencia cuenta con un significativo fondo del maestro de la luz que en contadas ocasiones se ha mostrado en su totalidad. Hay cuadros y dibujos en estancias a las que no tiene acceso el público, incluso hay piezas conservadas en almacenes. Pero el Año Sorolla obliga a sumarse a la efeméride. Los amantes del arte, y los valencianos en general, van a poder disfrutar de lienzos y dibujos que habitualmente no están al alcance de sus ojos. La propia Corporación provincial ha explicado a LAS PROVINCIAS que «es la tercera vez que se muestra el conjunto de la colección de obras de Sorolla como pensionado».
De la última ya hace 57 años, pues fue en 1965. La precedente había sido en 1963 con motivo del centenario del nacimiento del artista. La circunstancia se convierte en otro atractivo, pues hay piezas poco vistas. Y no sólo eso, se podrán ver por primera vez las que fueron fuentes de inspiración de muchas de sus obras.
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El recorrido por la sala conducirá al encuentro con 'El padre Jofre amparando a un loco', obra de 1887 de gran trascendencia en la trayectoria del artista y profundo significado para la cultura valenciana, será uno de los principales reclamos. La pieza, que habitualmente cuelga de las paredes del Palau de la Generalitat, estará a la vista de todos. Y junto a esta se verá 'Desnudo de mujer', óleo que tal como explican desde la Diputación fue «tremendamente escandaloso». Tanto que el pensionado Sorolla tuvo que hacer algún retoque para superar el tamiz de lo aceptable.
'Gestas, el mal ladrón', obra de curioso título que demuestra «la originalidad del artista» para referirse a Dimas, el buen ladrón, será otra pieza del tablero pictórico sobre el que brillará como estrella invitada la mencionada pintura de la colección BBVA. El retrato de Mesalina, que tampoco pudo evitar el escándalo de la época, ayudará a conocer al primer Sorolla, al artista cuya técnica ya apuntaba maneras en 1886. Óleos como 'Isaac bendiciendo a Jacob', academias del natural o estudios. Incluso apuntes de las que luego serían grandes obras como es el caso de 'El crit del Palleter' actuarán como cicerones para conducir al espectador por el iniciático viaje de Sorolla hacia la pintura en una especie de así se hizo que también explicará a través de los dibujos preparatorios, propiedad del Ayuntamiento de Requena, cómo concibió el artista su propio 'Dos de mayo'.
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Sólo un par de las veinte obras que componen la colección se ausentarán de la cita. 'El crit del Palleter' y 'Pescadoras' se han comprometido con otros. La primera, otra de las pinturas que pese a ser de la Diputación luce habitualmente en el Palau de la Generalitat, formará parte de la muestra que ofrecerá el Museo de Bellas Artes. Y ellas, las pescadoras, han quedado con otro anfitrión. Sea donde sea, lo cierto es que estos fondos del patrimonio artístico y cultural valenciano, van a salir a la luz en su totalidad cerca de seis décadas después de que lo hicieran por última vez.
Personal La Partida de Bautismo del artista.
Solicitud La instancia que presentó Sorolla para pedir la ayuda.
Acta Escrito en el que aparece el resultado de la votación del tribunal.
Título Documento que prueba la condición de pensionado en Roma.
Informe Pronunciamiento de la Academia de San Carlos sobre sus trabajos.
Carta Misiva autógrafa de Antonio García, su futuro suegro, justificando el retraso de los envíos del artista.
Identificación La letra 'jota' que utilizó Sorolla en su trabajo anónimo para acceder a la pensión.
Por las obras, recurriendo a la máxima evangélica, se nos conoce. Y a un creador como Sorolla, más. Pero no sólo. 'Sorolla en Roma. El artista y la pensión de la Diputación de Valencia (!884-1889)' llega con documentos que también hablan de la vida, aunque la verdad es que casi se funden con la obra. En el Palacio de los Boil de La Scala estarán los papeles que certifican el Bautismo del pintor, su instancia solicitando la pensión, el resultado de su primera eliminatoria en el concurso para la beca y informes de la Academia de San Carlos sobre los trabajos que remitía. Y «su 'jota' (J), la letra con la que se reconocía su trabajo anónimo para acceder a la pensión».
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La exposición sigue un planteamiento cronológico que traslada a los primeros pasos del universal valenciano en el conocido como periodo romano, cuando «descubre directamente la obra de los grandes artistas, toma apuntes, realiza estudios, investiga, pinta algunas de sus obras más conocidas, cumple a su manera con sus obligaciones con la Diputación y en suma, vive plenamente su juventud inmerso en un medio muy sugestivo para la pintura», destaca el comisario de la muestra.
Roma, Asís, Pisa, Florencia, Venecia y Nápoles, así como París, son los destinos que el artista pisó bajo su condición de pensionado, un becario del siglo XXI, de la Diputación. Ese título le daba derecho a disfrutar de una estancia de tres años en la Ciudad Eterna con una dotación económica de 3.000 pesetas por anualidad, una cantidad de dinero que unida al indiscutible talento y denodado esfuerzo, como demuestra su prolífica creatividad, le convirtieron en el artista universal de cuyo fallecimiento en 2023 se cumplen cien años.
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