!['Yo soy el pan de la vida', de Joaquín Sorolla, regresa a Valencia](https://s3.ppllstatics.com/lasprovincias/www/multimedia/201805/01/media/Yo-soy-el-pan-de-la-vida-re-kiWD--624x468@Las%20Provincias.jpg)
!['Yo soy el pan de la vida', de Joaquín Sorolla, regresa a Valencia](https://s3.ppllstatics.com/lasprovincias/www/multimedia/201805/01/media/Yo-soy-el-pan-de-la-vida-re-kiWD--624x468@Las%20Provincias.jpg)
Secciones
Servicios
Destacamos
NOELIA CAMACHO
Valencia
Martes, 1 de mayo 2018, 19:26
Casi un año de extenso trabajo ha devuelto el esplendor a 'Yo soy el pan de la vida', la icónica obra del valenciano Joaquín Sorolla que, después de su restauración, ha regresado a Valencia para exhibirse en la Fundación Bancaja. Se trata de una de las pinturas más valiosas de la Colección Lladró, el conjunto de arte atesorado por la empresa de porcelana, y que hasta hace unos meses coronaba las instalaciones de la fábrica de la firma en Tavernes Blanques. Es una obra singular ya que es de las pocas de temática religiosa que se encuentran en la producción pictórica del genio.
Tras casi doce meses de exhaustivos mimos realizados por la empresa Arterestauración y sus dos responsables, Alicia Hernández y Òscar Benavent, la pieza ha recobrado su esplendor para ser el cuadro central de la muestra 'Sorolla y la espiritualidad'. Se trata de una exposición que se inaugurará el próximo viernes y que está comisariada por el historiador y académico Felipe Garín. El proyecto está integrado por seis creaciones datadas entre 1883 y 1899. Junto con el cuadro de la familia Lladró, se exponen obras de la colección de la Fundación Bancaja, el Museo de Prado, el Museo de Bellas Artes de Bilbao y el Museo de Bellas Artes de Valencia, además de dos bocetos procedentes del Museo Sorolla y de una colección particular, asegura la institución en su web.
'Yo soy el pan de la vida' es una rareza dentro de las pinturas de Sorolla ya que es de temática religiosa. Además es de grandes dimensiones, 4,14 metros por 5,32 metros, lo que la sitúa como una de las piezas más icónicas en su producción pictórica y una de las de mayor tamaño que realizó por encargo.
En el gran cuadro se puede ver a «Cristo sobre una barca amplia y con una poderosa vela», reza la descripción que se hace de la pintura en el catálogo que presenta las creaciones que atesora la colección Lladró. La embarcación está tripulada por tres ancianos y desde ella el hijo de Dios se dirige a una multitud que le escucha desde la orilla. Un niño se apoya sobre un costado de la barca y otro está situado en una nasa de pescador. Desde esa ubicación contempla la escena en una especie de pórtico fingido en el que se pueden leer las palabras del Evangelio «Yo soy el pan de la vida» -en letras capitales romanas-, afirmación que da nombre a la obra. En la parte inferior, donde se apoya el niño, también está escrito «D. Rafael Errazuriz encargó esta pintura el año de 1896».
La reparación de 'Yo soy el pan de la vida' no ha sido un proceso fácil. Lo cuenta uno de sus restauradores, Òscar Benavent, a LAS PROVINCIAS, quien asegura que el trabajo, realizado a cuatro manos, ha requerido incluso de unos soportes metálicos telescópicos para poder recuperar la pieza. Pese a que «el estado de la obra era bastante bueno», dice, se retiraron dos reentelados que estaban instalados en la parte inferior de la pintura. «El primero se estaba degradando», afirma. «También hemos cambiado el bastidor por otro de última generación», narra. «Por delante, la pintura estaba muy oscura», afirma Benavent. Por ello, aparte de solucionar algunos cortes que tenía la obra, se ha limpiado y devuelto la luz al cuadro. «Hemos retirado los barnices invasivos y utilizado productos testados», confiesa el experto.
Cabe destacar que, como indica la transcripción, el gran lienzo fue encomendado por este hacendado chileno, dueño de unos extensos viñedos, que quiso decorar su mansión con temas alusivos a sus posesiones y a su fe religiosa. En este sentido, aseguran los expertos, es una pintura que coincide con los años en los que se va consolidando el estilo personal del pintor valenciano. También se encuadra en «el momento de mayor preocupación social del artista y está de algún modo implicado en las preocupaciones de esos años en los que abunda la temática del trabajo y el esfuerzo de los humildes».
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.