Cuando la autoficción teatral parece agotarse surge una propuesta brillante para volver a creer en ella. Es el caso de 'Los Remedios', que le valió ... al autor Fernando Delgado-Hierro un merecido premio Max al mejor texto revelación en 2021.
Es un viaje de vuelta al pasado familiar y social del autor interpretado por él mismo y su amigo Pablo Chaves. La intención se halla en esta réplica: «los hombres son como los árboles, si se secan sus raíces, se mueren». Ambos nacieron en Los Remedios, acomodado barrio sevillano caracterizado por un ultracatolicismo y un conservadurismo que marcaron su personalidad.
Un escenario kitsch con objetos de dudoso gusto y un cuadro en el centro donde se proyectan imágenes y textos envuelve el desarrollo de las inolvidables interpretaciones. Cambian de personajes continuamente y logran escenas divertidas y magistrales como la familiar de preparativos para la cena navideña, los costaleros o el camarero del bar. La hábil dirección de Juan Ceacero resuelve la difícil ejecución de la sucesión de escenas como 'sketchs', poniendo un ritmo entre lo frenético y la pausa, necesario para conjuntar a Fernando como hijo, nieto, amigo, alumno o adolescente del despertar de la sexualidad. Pero además de la exploración al reencuentro, la obra es un canto a la amistad.
Solo puede ponerse un reparo a esta creación sincera y auténtica: la excesiva duración de su última parte, con la interferencia del texto proyectado en la visualidad poética final.
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