Dos horas de diversión

Bernardo Sánchez Salas versiona las peripecias de la compañía de teatro de Josef Tura en la Varsovia previa a la Segunda Guerra Mundial. La protagoniza el célebre Juan Echanove, también director, y buena parte del elenco de su anterior pieza 'La fiesta del chivo'. Junto a él, encabeza el reparto una gran actriz, Lucía Quintana, cuya interpretación divertida y seductora como la esposa María es magistral, más unos secundarios de solvencia cómica envidiable doblando personajes, como Gabriel Garbisu (el coronel Ehrhardt) y Nicolás Illoro (como los inolvidables aviador Sobinski y el edecán Schultz).

Con una buena factura, Echanove sabe resolver las dificultades y dar aliento vodevilesco a la comedia alocada ya conocida, ambientando el teatro con la iluminación o la banderas proyectadas cuando asiste Hitler, como, por supuesto, situando en una butaca del patio a Sobinski para levantarse al escuchar la frase de Hamlet. Lo corrosivo, con la parodia de la ridícula sobreactuación nazi, y la finura humorística son excelentes en los diálogos de Ehrhardt y Tura o los de María con sus pretendientes. Aunque a alguna escena podría sacársele más partido, como a la muerte de Stiletski.

Nos alegramos de que Echanove haya conseguido una sátira divertida, con ojos hacia el presente, metateatro, enredos y equívocos muy bien resueltos. Más una perspectiva entusiasta.