Impulso a la creación teatral valenciana

Unión y futuro para las artes escénicas es lo que pretende conseguir Graneros de Creación, que hizo público ayer el nombre de los 16 proyectos seleccionados, de un total de 50 presentados, para la primera fase de su programa. La alianza entre instituciones públicas y festivales y teatros privados de la Comunitat apuesta por apoyar la escena del territorio valenciano y cuenta con proyectos de «enorme calidad», según el impulor de esta iniciativa y codirector de Espacio Inestable, Jacobo Pallarés.

Graneros de creación 2018-2022 se enmarca en el programa Cultura Resident y constituye por primera vez una red de apoyos numerosos para las artes escénicas desde el ámbito público y privado. El Instituto Valenciano de Cultura (IVC), el Centro del Carmen y el Ayuntamiento de Valencia se unen junto a entidades privadas, como la sala Off de Valencia, el Teatre Raval de Gandia o el Festival 10 Sentidos y Russafa Escènica, con «el objetivo de activar la participación cultural de Comunitat», según explicó el director del Consorcio de Museos de la Comunitat Valenciana, José Luis Pérez Pont.

El presupuesto total de Graneros de creación para sus cuatro años asciende a 450.000 euros. A la primera convocatoria se destinan 70.000 euros a repartir entre las 16 piezas seleccionadas, que contarán con un espacio de ensayo donde se les ayudará en el desarrollo del proyecto final y una fecha para su estreno. Además, los autores percibirán la mitad de lo recaudado en taquilla. «La idea es que haya diálogo entre creadores, entorno e infraestructuras», destacó Pallarés.

Se trata de un proceso giratorio, en el que los proyectos deberán estrenarse como mínimo en una de las 8 salas privadas o festivales con los que cuenta la iniciativa. A partir del éxito de las propuestas, podrán ir girando y difundir sus creaciones. «Necesitamos crear un estructura propia sólida para poder conectar después con el resto del país», afirmó Pérez Pont, que considera esencial encontrar los «eslabones perdidos» de la cultura para lograr una mayor visibilidad de las artes escénicas.

Entre los seleccionados, más del 80% de creación valenciana, destacan los montajes de La Subterránea, nominada en la última edición de los premios Max; Caterva Teatre y La Hongaresa. Además, entre las piezas se encuentran producciones de Maribel Bayona y Gabi Ochoa, que se estrenarán a partir de enero del próximo año.

Para la primera fase del proyecto, desde Graneros de creación se ha decidido que en la sala Off hagan su residencia la compañia La República del Lápiz, de Gabi Ochoa y Ferran Benavent, con 'Rashid y Gabriel', que contará también con el apoyo del festival Tercera Setmana. También estrenará en esta sala 'Cos-a Cos-o', de la Comapnyia Fil d'Arena, pieza que estará en el Circuito Bucles; y la propuesta 'Mudos', de Sergi Escolano.

La Rambleta acogerá 'Proyecto a 4 años', de La Subterránea, 'Las hijas de Siam', de Manu Valls y Dacsa Productions; 'HEN // TOSHI', de Marc Sans, seleccionado para el Festival 10 Sentidos; y 'Jo no sóc un Youtuber qualsevol', de La Lola Boreal con el apoyo de Russafa Escènica.

Por otro lado, en Espacio Inestable harán su residencia Caterva Teatre con 'Juliet'; Groc Teatre con 'Raó Àuria' y La Hongaresa con 'Piedra y Encrucijada'. Además, también se incluyen 'La moda en dansa', de Frágiles Danza y Mou Danza, que se podrá ver en el festival Dansa Valencia. Las piezas 'Ronem Ram' y 'Travellers', de la compañia Onírica Mecánica', dentro del festival 'Tercera Setmana', también se ofertarán en este espacio.

Teatre El Musical y el festival Cabanyal Íntim acogerán la obrea 'Kapowski' de el Colectivo Miss Panamá. El Teatro Círculo recibirá la pieza 'Maneras de hacer', de Sandra Gómez, y la sala Ultramar hará lo propio con la obra 'Reset', de David Franch, Alejandra Madli y Maribel Bayona. La sala Russafa será lugar de residencia de Alarcón y Cornelles para su proyecto 'El Limpiaculos del Rey'.

La segunda fase del proyecto (2020-2022) dará comienzo en los mes de mayo y junio, para cuando está previsto que se abra la siguiente convocatoria artística. Desde la organización tampoco descartan cerrar el número de salas colaboradoras, ya que se pretende crear una red que no solo abarque la ciudad de Valencia, sino que vertebre todo el territorio de la Comunitat.

Las sinergías entre las capacidades públicas y la iniciativa privadas pretenden, además de beneficiar al sector teatral, «saciar el hambre de cultura» de la ciudadanía, según explicó Pérez Pont. Es un ejemplo e apetura hacia una cultura cooperativa y demuestra «el buen momento de la cultura valenciana».