El más allá del flamenco

El montaje comienza en oscuro para llegar al esplendor visual. Ambas intérpretes se buscan con un diálogo de voces en off y al ir apareciendo la claridad se encuentran. A partir de ahí la pieza camina hacia una vistosidad exquisita con una construcción de movimientos complejos y expresivos, sobre todo los de contacto.

Si en el trabajo anterior de la compañía, 'No es amor', la iluminación era transcendental, aquí aún más. Ximo Rojo da una lección con las luces led y aporta una excelente plástica llamativa con escenas bellísimas y mágicos cambios de color a partir de unos largos plásticos que modifican los tonos del vestuario de Rocío Juárez, con un gran juego en los pantalones de la última parte. Las intérpretes se compenetran a la perfección. Se agradecen sus encajes corporales y su riesgo posicional.

Dignísimo trabajo.