Entre bastidores

La propuesta es laberíntica e hipnotiza con su plástica oscura, la expresividad de los cuerpos entre la música de Juan Cristóbal Saavedra con pasajes sonoros entre jazz o clásica, y el espectacular decorado de Max Glaenzel, el espacio visibilizado del área no visible anexo a la caja negra.

Mònica Almirall es la actriz vestida de negro con un ramo de rosas que agradece en francés un premio recibido. A continuación una pareja irrumpe por un escotillón, baila y desaparece por las rejillas de ventilación del escenario. A partir de ese momento domina la danza kova genuina de La Veronal, con sus contorsiones y reiteraciones, y un lenguaje gestual reproduciendo lo invisible en una representación, hasta llegar a una despedida de la actriz con un fascinante juego de telones y de tramoya con las estructuras metálicas. Podría haber sido un apoteósico final pero tuvo un añadido prescindible.

Con 'Opening night', La Veronal se acerca al teatro desde la danza. Hermoso, sobrio, misterioso y poético desde la oscura frialdad de sombras y grietas.