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Con ella celebran los treinta años de 'Imprebís', la obra que le aupó al éxito. Continúan ofreciendo la misma fórmula basada en la interpretación inconmensurable y dinámica, la multiplicación de personajes, la mordacidad desternillante y un sentido de la improvisación inusual. Solo han abandonado la estrategia participativa donde el público dejaba en una urna propuestas interpretadas tras unos segundos de conversación.

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Entre bastidores

Jose Vicente Peiró

'Hoy no estrenamos' es un homenaje al teatro. Puede parecer una actualización de su anterior montaje de 2017, 'La Crazy Class', al mantener los mismos personajes de comportamiento estrambótico con sus problemas y rasgos y el argumento de un taller de teatro en el que se inscriben. Pero sorprende al incorporar nuevos asuntos de la actualidad de estos últimos años, sobre todo el desequilibrio psicológico provocado por la pandemia y derivaciones de temas como el machismo, la homofobia, el imposible acceso a la vivienda, la diversidad, el incremento de la voracidad del capitalismo, la precariedad laboral o las batallas culturales entre pensamientos radicalizados.

Volvemos a ver a los doce inscritos por distintos motivos individuales que captan al espectador porque son personajes corrientes verosímilmente exagerados. Carles Castillo y Carles Montoliu les dan vida con maestría y todo su enorme talento cómico identificando a cada uno por un objeto de atrezo, con cambios raudos de uno a otro con su elemento característico y los distintos registros vocales. Son expertos en hacer reír y provocar carcajadas. El director Santiago Sánchez guía los ensayos hasta conseguir que pierdan sus complejos y logren los objetivos por los que se inscribieron en el taller. Hay un decimocuarto personaje, y aquí está la principal variación: Ico, el joven becario en prácticas válido para cualquier tarea, amante del teatro como pocos y binario, interpretado con chispa por Víctor Lucas. No faltan los toques emotivos añadidos por los tres y resaltados por la magistral conducción de Sánchez.

Este himno al teatro pone en los ojos del espectador el oficio en la práctica. La fusión de vida y representación surge de la irrupción de los asuntos personales entre las escenas de 'Cyrano de Bergerac', 'Tres hermanas' de Chéjov, 'Romeo y Julieta' de Shakespeare, 'Casa de muñecas» de Ibsen, hasta llegar al reparto de papeles para la representación de 'Hamlet', toda una exhibición interpretativa de los Carles y un prodigio de síntesis de puesta en escena con dinamismo figurativo. La intención es mostrar que cualquiera puede hacer teatro y que posee efectos terapéuticos y sanadores de traumas y complejos. No es solo una vivencia del público sino un medio de perfeccionamiento cuya praxis se demuestra con humor.

Una velada de diversión asegurada. ¿Quién dice que la veteranía no es un grado? Convendría recomendar a los profesionales jóvenes que no olviden las lecciones magistrales de las compañías valencianas añejas. Santiago Sánchez es un grande de nuestro teatro y L'Om-Imprebís vuelve a demostrar que calidad y comercialidad son compatibles. Como en 'Descarados' y 'Por los pelos', ahora en la programación del Talía.