El país de siempre más

Se trata de una recreación teatral del conocido relato de James M. Barrie con música en directo de Carles Chiner, cuya percusión es llamativa. Peter es un anciano malhumorado en una residencia. Todo ha cambiado. La feria no funciona: las camas elásticas no rebotan, el cochecito está varado y el algodón de azúcar es insípido. Las estrellas ya no brillan. Pero aparece Pan desde los sueños del recuerdo, el niño que no quería crecer, y su amiga Campaneta. Lo llevan al país de Nunca Jamás: en el de Siempre Más no caben quienes han perdido la memoria.

Destaca la potencia de sus aventuras cuando la puesta en escena es peligrosa. Podría perder ritmo en el nudo. Pero Xavo Giménez lo solventa con buena mano y deja espacio a las interpretaciones. De que no decaiga se encarga Juli Cantó. Es un gran actor que eleva al resto de intérpretes. Neus Alborch, y su buena voz, empuja con sus apariciones fulgurantes como capitana Garfio. No vamos a descubrir ahora a Merce Tienda, simpática Campaneta, y a Leo de Bari, argentino con un valenciano perfecto. La joven María Guerra promete futuro.

Diversión y emoción para padres y pequeños. Una bella y magnífica producción fascinante y exportable.