Actor, director y autor valenciano, Manuel Valls situó su anterior obra, 'Las hijas de Siam', en el mundo del circo de seres monstruosos físicamente. En ... ella planea citada Julia Pastrana, mujer con hipertricosis, como símbolo de la explotación atroz de la fealdad. Hizo ganar mucho dinero a su marido, Theodore Lent, un manipulador falto de ética que empezó con el célebre empresario de circo P.T. Barnum.
Valls desarrolla este argumento íntegramente en 'La mujer más fea del mundo'. El texto es inteligente, maduro, documentado históricamente y con múltiples recursos sagaces. Desde el arranque monologado de Lent hasta el final con la habanera de Julia, la dureza dramática, no exenta de toques humorísticos, llega al corazón y a la razón con un distanciamiento donde la anticipación de desenlaces futuros permite centrarse en cómo se han producido y en los sentimientos y reacciones de unos personajes perfectamente construidos.
Excelentes la dirección verosímil del propio Valls, la escenografía de Luis Crespo y las interpretaciones. Él mismo da vida a Lent entregado a una sobriedad imprescindible para su credibilidad, perdiendo los escrúpulos por dinero. Magnífica Lucía Aibar, sin vello pero con un miriñaque aprisionador, como Julia, encantadora, dulce y aceptando el sometimiento a la voluntad masculina. Canta de maravilla. Juan Carlos Garés, principalmente Barnum aunque dobla a otros personajes con perspicaces cambios de registro logrados, está de premio en esta extraordinaria obra de dicotomías de lo humano y lo inhumano; la mayor monstruosidad de la avaricia frente a la física.
Valls ha conseguido su gran obra. Enorme teatro.
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