Unos premios con teatro, música y política

Había muchas ganas de fiesta. La gala de entrega de los Premios de las Artes Escénicas Valencianas, que volvía a celebrarse después de ocho años, reunió en el Principal al sector teatral de la Comunitat y coronó a las compañías Maduixa y Bambalina con cuatro reconocimientos cada una.

Con apenas unos minutos de retraso -la ceremonia se retransmitió en directo por À Punt-, a las 22:36 horas se subió el telón. El grupo Melòmans dio la bienvenida a los más de 700 asistentes. Después, la ceremonia siguió con el monólogo del presentador Rafa Alarcón, que hizo bromas con dos actores que se han pasado a la política (Toni Cantó y Rosana Pastor), señaló la ausencia del presidente Ximo Puig y pidió un aplauso de rara justificación para Enric Morera, presente en la sala. También hizo chistes a costa del nombre de los premios y de À Punt y tiró de humor para señalar que si el PP (bajo su mandato se suspendieron los galardones) ganaba las próximas elecciones quizá sería la última gala.

El primer premio de la noche fue el de Mejor dirección escénica, que recayó en Jaume Policarpo por 'La Celestina', de Bambalina Teatre. Llegó el de mejor dirección escénica, que fue para Mamen García por 'Mulïer', de Maduixa, quien agradeció la recuperación de unos galardones «necesarios». Como mejor bailarín ganó Toni Aparisi por 'Divines paraules'. El intérprete afirmó que en la época anterior estuvo nominado pero «nunca gané». El público no pudo evitar la risa. Como mejor bailarina fue elegida Laia Sorribes, por 'Mulïer', un montaje que ya fue premiado en los Max de las artes escénicas españolas. Sorribes lanzó un mensaje feminista y dedicó la distinción «a las mujeres que sufren la represión machista».

En la categoría de mejor actor, Josep Manel Casany, por 'Nadal en casa les Cupiello' se alzó con el galardón. «Es prácticamente imposible vivir del teatro en Valencia», lamentó Casany, quien confía en que la televisión valenciana cambie esta situación y los actores puedan vivir de la interpretación. El actor dedicó el premio a la Asociación de las Víctimas del Metro y a Josep Lluís Sirera y en su discurso se refirió al caso Gürtel y al referéndum catalán del 1 de octubre.

Siguió el turno de la mejor actriz para Àgueda Llorca, por 'La Celestina'. 'Les 7 diferències', de Escalante y El Pont Flotant ganó el premio a mejor espectáculo para niños. Ahí salió la diputada de Teatros, Rosa Pérez Garijo, quien señaló la ausencia de un teatro físico para el Escalante. En esta idea ahondó también Josep Policarpo, el responsable del proyecto teatral de la Diputación, que reclamó ayuda a todas las fuerzas políticas para «recuperar la normalidad». 'Emportats', de La Trócola, se convirtió en el mejor espectáculo de circo. 'Mulïer' demostró que esa era su noche y se alzó también con el de mejor espectáculo de calle.

Uno de los momentos más emotivos fue el 'In memoriam' que rindió homenaje a los profesionales fallecidos. El resto de premiados fueron María Cárdenas por el texto de 'Síndrhomo'; Jaume Policarpo a la mejor adaptación por 'La Celestina'; Damián Sánchez por la música de 'Mulïer'; Luis Crespo, por la escenografía de 'Els nostres', -que se acordó de aquellos profesionales que hicieron «el mejor teatro en los peores tiempos»-; Juanjo Llorens y la iluminación de 'PI'; quien reivindicó soluciones para el teatro Escalante; y Pascual Peris por el vestuario de 'Amèlia'.

Cerraron el palmarés el reconocimiento de honor, que fue para el dramaturgo Manuel Molins y que le fue entregado por la vicepresidenta del Consell, Mónica Oltra. Una gran ovación y el público puesto en pie reconocieron su trayectoria. Molins, que recordó a Joan Fuster, Vicent Andrés Estellès y James Joyce pidió a los profesionales que se siguieran apasionando con el teatro.

El conseller de Cultura, Vicent Marzà, y la directora de À Punt, Empar Marco, entregaron los últimos galardones de la noche. Ambos celebraron que la gala se hubiera retransmitido por televisión.

El de mejor espectáculo de danza fue para 'Medul.la', de La Coja Dansa; y el premio más esperado de la noche, el de mejor espectáculo de teatro recayó en 'La Celestina', de Bambalina.

«Las artes escénicas son un antídoto contra el pensamiento único y generadoras de una sociedad más crítica, bases de una democracia más sana», afirmó en su discurso el director adjunto de Artes Escénicas, Roberto García quien aseguró, refiriéndose a los profesionales valencianos, que «hemos aguantado lo inaguantable en otros tiempos». Rostros conocidos como el futbolista David Albelda, el chef Ricard Camarena, el diseñador Francis Montesinos o la pirotécnica Reyes Martí entregaron los galardones de una gala, de más de dos horas de duración, que combinó música, actuaciones de las compañías Bambalina y Visitants, la magia de Nacho Diago y Rubén Aparisi con la reivindicación de los profesionales de las artes escénicas valencianas.

Otras personalidades que asistieron fueron el presidente de la Diputación de Valencia, Toni Gaspar; el alcalde de Valencia, Joan Ribó; la concejala de Acción Cultural, María Oliver; el director general de Palau de les Arts, Francisco Potenciano; el director del Consorcio de Museos, José Luis Pérez Pont; la coreógrafa Rosángeles Valls; la presentadora Clara Castelló y otras personalidades de todos los ámbitos sociales, políticos y culturales.