Tres alcaldes en apuros

El argumento se escenifica con el simpático estilo habitual de Crit desde una perspectiva paródica y dinamismo figurativo, sobre todo en las transiciones. Satiriza los mantras ideológicos absurdos, los gestos recurrentes de la política, la rivalidad municipal y partidista, el peso del pasado y las rémoras del periodismo con unos simbólicos vestuario y escenario cambiante con cuatro banderas y sillones. La caricatura toca lo lingüístico, con secuencias y diálogos en inglés y la pugna entre castellano y valenciano. Pero cada alcalde tiene su drama particular: son humanos con problemas de dependencias, salud y familiares.

El trío de Tormo, Valero y Vivó como alcaldes y periodistas es divertido y lúcido, con un delicioso viaje en tren y avión. Fenomenales en los detalles del edil actual que conserva tics rurales bañados de modernidad. Muy sobria Anna Marí llevando el curso narrativo dirigido con rectitud.

Una sátira que hace feliz al espectador. Sublima la labor infravalorada de los alcaldes. Lo mejor de Crit.