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N. CAMACHO
VALENCIA.
Miércoles, 24 de octubre 2018, 00:31
«Somos unos resistentes. Y no gracias al apoyo de la Administración, sino al del público y al empecinamiento de la empresa que gestiona el teatro», asegura el director del Flumen, José Saiz. El escenario acaba de cumplir diez años de su apertura. Desde entonces, se ha obcecado en proponer una programación familiar para todos los públicos que llene la cartelera de miércoles a domingo.
Pero Saiz, que también coordina la compañía de teatro residente del escenario, Saga Producciones, afea al Ayuntamiento de la ciudad, y sobre todo a la concejalía de Acción Cultural, que los excluya de las ayudas. «María Oliver nunca ha pisado este teatro. Es algo difícil de asumir. Nosotros cubrimos un aspecto muy importante para la sociedad, programamos para la tercera edad, para los niños, ofrecemos comedias, vodevil, musicales, y eso que no somos un edificio céntrico. Nuestro público tiene que venir adrede», asegura. Esta es otra de las dificultades a las que se enfrenta el Flumen, el hecho de estar alejado del centro urbano. «Por esa razón hacemos tantas cosas. La clave está en tener el teatro siempre abierto», afirma Saiz.
El Flumen sobrevive a base de esfuerzos. «Sin el apoyo decidido de la Administración es muy complicado», asevera aunque resalta que desde la Conselleria de Cultura sí que reciben una pequeña subvención. «Pero no desde el Ayuntamiento. Deberían aclarar los criterios porque nosotros somos un teatro que apuesta por la pluralidad, por la larga exhibición, por producciones valencianas», insiste. Aún así, afirma, «la subsistencia es muy difícil». «Al final, lo que nos queda es la satisfacción de que el público nos es cada vez más fiel», afirma.
Tanto es así que el Flumen alcanza la década de existencia desde que se reconvirtió en teatro -era un cine- con la mirada puesta en el presente más inmediato. La idea es seguir llenando el patio de butacas en cada función. «Aquí caben unas 400 personas, muchas más que en otros espacios de la ciudad que sí tiene apoyo», reitera el director. Saiz hace hincapié en que, a final de 2018, el teatro habrá realizado más de 250 funciones. Pese a todo, para celebrar esa resistencia, el teatro se está renovando. Ha bajado algo más de medio metro el escenario y, además, tiene previsto cambiar las butacas antes de Navidad. Incluso, ayer, presentaron la programación del Flumen para el último semestre del año.
El teatro mantiene su ciclo de zarzuela durante todos los miércoles a las 18:30 horas. Se inició ayer con 'La del manojo de rosas', que estará en cartel hasta el 14 de noviembre. Le seguirán otros títulos como 'La canción del olvido', 'La corte del faraón', 'Luisa Fernanda' y, para acabar la temporada, 'El virgo de Visanteta'. En lo que se refiere al teatro para adultos, el espacio volverá a reponer la comedia 'No te vistas para cenar', desde el viernes al 2 de diciembre; y también pondrá otra vez en escena 'La jaula de grillos' (6 de diciembre al 6 de enero). Las funciones 'golfas' del Flumen se mantienen los viernes con el humor de Blay o las actuaciones de Raúl Antón. Y, para el público infantil, el próximo sábado se estrena el musical 'Geronimo Stilton', (hasta el 9 de diciembre) un montaje de apenas una hora «que hace las delicias de grandes y pequeños».
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