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Hay misterios que se siguen sin resolverse en el mundo de la cultura de la Comunitat. Uno de ellos es el de la extraña ... desaparición en la Biblioteca Valenciana del manuscrito original del guion de 'Flor de mayo' del literato valenciano Vicente Blasco Ibáñez, que fue cedido en depósito en el año 2001 por Consuelo Sempere Azzati, nieta del editor Francisco Sempere i Masià, y del que se desconoce su paradero desde que, quien hizo de intermediario entre la familia y la institución, el catedrático Miguel Herráez, denunció la ausencia de los fondos de esta joya documental. Fue el pasado octubre cuando se conoció este hecho. La investigación que intentó dilucidar lo ocurrido con esta pieza extraordinaria, que fue donada junto con centenares de cartas y documentos para engrosar los fondos de la entidad, apenas arrojó luz sobre el suceso. Los investigadores situaron el extravío de 'Flor de mayo' entre el periodo comprendido entre 2001-2008
Los actuales responsables de la Vicepresidencia primer del Consell y Conselleria de Cultura y Deporte, un departamento en manos de Vicente Barrera (Vox) se encontraron con lo sucedido apenas unos meses después de llegar al cargo. Aseguraron que se iba a investigar lo sucedido, se iban a digitalizar los fondos de la Biblioteca Valenciana y, además, se iba a buscar archivo por archivo para intentar hallar el guion escrito por Blasco Ibáñez. Es más, enseguida se habló de reforzar la seguridad y vigilancia en el Monasterio de San Miguel de los Reyes, sede de la Biblioteca Valenciana. «Se va a incrementar la partida porque no hay ni plan de incendios ni un plan de seguridad para mantener y preservar el patrimonio que tenemos allí que es ingente. Podríamos haber tenido una tragedia. Hay una o dos cámaras de seguridad», dijo en aquel momento la secretaria autonómica de Cultura y Deporte, Paula Añó. No fue la única que apuntó a esta falta de medios en el enclave. El director general de este mismo departamento, Sergio Arlandis, también apuntó a los «años y años sin invertir en la seguridad» de San Miguel de los Reyes.
Es más, la Conselleria de Cultura anunció una ampliación del presupuesto en esta materia para invertir en el edificio. ¿Se ha realizado alguna mejora en estos tres meses? La respuesta aportada por el departamento de Barrera es negativa. Las fuentes consultadas por LAS PROVINCIAS aseguran que antes de marzo se espera la licitación de la mejora de la seguridad, con más cámaras de seguridad y un plan anti incendios, en San Miguel de los Reyes. En ese momento, habrá pasado medio año desde la desaparición del manuscrito de Blasco Ibáñez de los fondos de la Biblioteca Valenciana.
En estos tres meses no ha habido avances. Poca rapidez y ninguna medida que están logrando que los descendientes de Consuelo Sempere Azzati no sólo, como ya anunciaron en su día, se estén planteando retirar toda la colección de documentos que su familiar donó a la Biblioteca Valenciana en 2001, sino que, según las fuentes consultadas por este diario, cada vez, y ante la inacción, cobra mayor fuerza la intención de llevarse todos los fondos a la Casa-Museo Blasco Ibáñez, el centro de titularidad municipal que mantiene viva la memoria del escritor, político y literato valenciano. De momento, es una decisión que no está tomada de forma tajante aunque, según estas mismas fuentes, es una opción cada vez más firme.
En la Biblioteca Valenciana Nicolau Primitiu, donde se depositó el texto desaparecido, aparece el inventario de la Colección Francisco Sempere Masià que Consuelo Sempere Azzati donó en 2001 a la institución. Según el documento, Sempere «fue un importante librero y editor valenciano de principios del siglo XX». «Fue concejal del Ayuntamiento de Valencia y participó en el asociacionismo obrero y empresaria de la ciudad. En 1900 fundó la editorial F. Sempere y Compañía e inició un proyecto para publicar las obras fundamentales del pensamiento europeo». se puede leer. ¿Qué fondo se conserva? Según el texto, «la colección está formada por 392 documentos, fundamentalmente cartas entre Vicente Blasco Ibáñez y Francisco Sempere i Masià y Fernando Llorca, así como telegramas, textos originales y fotografías», reseña el documento. En el inventario, se defiende que «se trata de un conjunto epistolar de gran valor que permite recorrer la relación que los tres mantuvieron por sus proyectos, primero en la editorial Sempere y más tarde con Prometeo». Y concluye con la forma en la que este legado ingresa en la institución: «El depósito en la Biblioteca Valenciana fue efectuado en mayo de 2001 por Miguel Herráez en representación de los herederos de la familia». Después se detallan los documentos y, en el listado, no aparece el manuscrito que desde hace meses se busca.
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La ausencia del manuscrito de Blasco Ibáñez se notó hace cerca de un año por el catedrático de la UCH Miguel Herráez, quien desde entonces busca incesantemente el paradero de este «manuscrito de entre quince veinte páginas, con la letra del propio Blasco Ibáñez, en color azulado y papel holandés«. »Hace un año que nos dimos cuenta de que estaba extraviado. Nadie sabe dónde está«, aseveraba el pasado octubre el filólogo a LAS PROVINCIAS. Para rastrearlo, hay que retrotraerse al año 2001. Herráez fue el intermediario entre la familia de Francisco Sempere i Masià (editor del propio Blasco Ibáñez) y la Biblioteca Valenciana, dirigida en aquel entonces por José Luis Villacañas, para el depósito en la institución de un legado muy significativo que pertenecía a Consuelo Sempere Azzati, nieta de Francisco Sempere i Masià y a su vez sobrina del conocido periodista Félix Azzati. La descendiente quería salvaguardar un conjunto de cartas, telegramas, fotografías y documentos que tenía en su poder relacionados con Vicente Blasco Ibáñez, entre ellos las misivas del escritor a Sempere i Masià. Así que pensó en depositarlas en la Biblioteca Valenciana. «Yo fui quien firmó el acuerdo en nombre de la familia. Era una forma de velar por este legado. Así que en un acto protocolario lo depositamos. Estábamos el director de la Biblioteca Valenciana y yo. Fue de forma desinteresada y firmamos un contrato en el que se concretaba la cesión», cuenta Herráez. ¿Qué recogía el acuerdo? «El depósito de cartas manuscritas de Blasco, telegramas, fotografías y '1 manuscrito original de 'Flor de Mayo', novela cinematográfica de D. Vicente Blasco Ibáñez», cuenta. Hasta ahí, todo indicaba que la cesión estaba hecha.
El catedrático, quien dirigía la tesis del periodista investigador Carlos Aimeur, quien a su vez descubrió hace unos meses un guion inédito de Blasco, 'El novelista', inspirado en la figura de Arthur Conan Doyle, le sugirió a este estudioso que consultara para la tesis este documento guardado en la Biblioteca Valenciana. Es más, él mismo sabía de su existencia porque lo había visto, lo había tenido en su casa y había sido el intermediario en el depósito. No obstante, nadie encontró 'Flor de mayo' por ningún sitio. Desde entonces, se intenta hallar su paradero.
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