Tres nuevos cuadros para el Museo de Bellas Artes de Valencia

Así fue. Antes, ya se había realizado una retención de crédito para que la Generalitat Valenciana financiara este compra, es decir, los 9.000 euros repartidos en los 3.000 euros que cuesta cada cuadro.

En el primer caso, se adquirió 'El entierro de Cristo', un óleo sobre tabla del pintor italiano Simone Barabino, un creador caracterizado «por un estilo manierista tardío, con un colorido frío con toques atornasolados», señala la casa de subastas. Barabino «fue discípulo de Bernardo Castello (1557-1629) y en su producción abundan los cuadros de pequeño formato para una clientela privada, como el caso de este 'Santo entierro', inspirado sin duda en la famosa obra de Rafael Sanzio (1483-1520) de la Galleria Borghese», aportan más datos.

Por su parte, 'Corrida de toros', de Eugenio Lucas Velázquez también forma parte ya de los fondos del museo valenciano. Según la información, «esta interesante pintura refleja la admiración de Eugenio Lucas por la obra de Francisco de Goya y su afición al mundo de la tauromaquia». «Resuelta con su técnica habitual de trazo enérgico y factura abocetada, algunos modelos se inspiran directamente en repertorios conocidos del pintor aragonés», afirman los expertos.

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Finalmente, el Bellas Artes, a través del derecho de tanteo ejercido por el Estado, se ha hecho con una pareja de lienzos, 'Floreros', del valenciano Miguel Parra, un artista especializado en naturalezas muertas y retratos y pintor de cámara de Fernando VII e Isabel I.

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Un sorolla, novato en las subastas

La casa de subastas Darley permitirá el próximo 4 de julio la puja por la pieza 'Naturaleza muerta. Bodegón de flores' del genial pintor valenciano Joaquín Sorolla. El precio de salida es de 16.000 euros y es la primera vez que este lienzo de colección particular valenciana sale a la venta. La obra, realizada en 1880 y 1882, ha sido restaurada. «La pintura de flores tiene larga tradición en Valencia, dado que los motivos florales adornaban los brocados de seda que se producían en la ciudad. Sorolla manifiesta verdadera pasión por las flores y se lo comenta a Clotilde en alguna de sus cartas. Ello explica el abundante número de naturalezas muertas que han sido catalogadas en los años juveniles de Sorolla, así como la calidad de los mismos. Entre todos ellos se encuentra este inédito Bodegón (c. 1880 - 1882) que representa un jarrón chino 'Hu' con flores y una pequeña joya o brazalete sobre una mesa. En este espacio, el copioso ramo, compuesto de campanillas, jazmines y pensamientos, se convierte en un estallido de luz y color cromática por la combinación de todas estas delicadas y fugaces plantas. La verticalidad de esta composición introduce una variación, ante la horizontalidad de otros bodegones florales catalogados», señala el historiador valenciano Javier Pérez Rojas en la documentación de la obra.