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j. l. benlloch
Domingo, 11 de marzo 2018, 19:42
Román fue cogido con gran violencia al entrar a matar a su enemigo. La espectacularidad y dramatismo del momento y la decisión del torero de no querer retirarse a la enfermería enardeció al público que vivió momentos muy tensos. Le concedieron una oreja y el público pidió insistentemente un segundo trofeo que el presidente no concedió. Román pasó a la enfermería por su propio pie claramente dolido, donde le operan bajo anestesia general en estos momentos. En principio tiene una cornada en el pecho de la que todavía no hay pronostico.
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