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LAS PROVINCIAS
Jueves, 27 de noviembre 2014, 08:16
Javier García Peña fue expulsado de Top Chef tras la prueba de supervivencia contra Marc Joli y ha dejado al valenciano Víctor Rodrigo, David García, Fran Vicente y Marc como semifinalistas y últimos concursantes en la fase final del 'reality' de cocineros profesionales.
Su familia se ha dedicado casi toda la vida a la hostelería, por lo que cuando él cumplió 17 años y decidió tomar el camino de la gastronomía, le apoyaron. Desde pequeño sintió interés por la cocina y se apuntó a la Escuela de Hostelería de Castilla y León, para realizar un curso de hostelería.
En su trayectoria profesional ha cocinado en grandes eventos y caterings, y en varios hoteles en distintos lugares como Mallorca, Ibiza y Tenerife. También ha estado trabajando fuera del país, en La Bodega en Seúl y en el restaurante Porto Rubayat de Sao Paulo como asesor gastronómico; en el Hotel Puntafuego de Filipinas como Jefe de cocina, y en el Hotel Riu Palace Península de Cancún como Subchef Ejecutivo. Actualmente sigue formándose siempre que puede, pero aunque le gusta estar a la última, reconoce que cocina más por impulsos y corazón.
En 2013 decidió montar su propio negocio en Valladolid, el Gastro-Bar La Candela junto a su socio. Se considera muy tranquilo, extrovertido y organizado, con alguna que otra manía a la hora de cocinar. Aunque es competitivo y en ocasiones temperamental, reconoce que sabe llevar bien las críticas y se ve a sí mismo como un todoterreno. Para él su mentor fue uno de sus profesores de la Escuela de Hostelería, Lorenzo González Rodríguez. Jesús Ramiro fue otra de las personas que influyó mucho en su forma de cocinar, y con el que además fue Jefe de cocina en su restaurante. Admira la cocina de Pedro Subijana, de José Andrés y de Quique Dacosta.
Se apuntó a Top Chef por casualidad y se lo plantea como una experiencia, pero no le disgusta la idea de ser mediático y poder cumplir uno de sus sueños Protagonizar un documental sobre comida callejera
Peña, vallisoletano de 34 años, chef y co-propietario del Gastro-Bar La Candela (Valladolid) se marchó con el elogio unánime del jurado, que le despidió diciéndole que «entró una Peña y se va una montaña», haciendo referencia a la enorme evolución que el concursante a experimentado a lo largo del concurso. El cocinero se marchó agradecido porque el programa le «ha devuelto la ilusión por la cocina».
El programa duodécimo de Top Chef fue un homenaje a todos los espectadores del programa, y en especial, a las personas que, sin ser profesionales, tiene en la cocina una de sus grandes aficiones. A través de un casting on line convocado por el programa en el que se pedía que los espectadores enviaran sus mejores recetas en vídeo, los jueces escogieron al mejor de todos ellos.
Néstor, director de fotografía, compitió contra los 5 cocineros profesionales que tenían que superar su arroz con bogavante. Al final, Fran (repescado la semana pasada) logró la inmunidad tras realizar un 'socarrat' que gsustó más que los platos tradicionales de Néstor y Marc Joli.
Para la prueba grupal, TOP CHEF se trasladó a Besalú (Girona) para cocinar formando dos equipos, en dos casas pertenecientes a vecinos del pueblo de Besalú y con los ingredientes que los concursantes han encontrado en sus neveras. El equipo formado por David y el valenciano Víctor Rodrigo resultó ganador en una cata de lo más ajustada. Luego, Marc y Peña tuvieron que cocinar con los productos elegidos por los vecinos de Besalú con Sergi Arola como maestro de ceremonia.
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