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yolanda veiga
Martes, 27 de enero 2015, 12:00
La trifulca empezó por "una pedorreta" que Belén Esteban le hizo a Olvido Hormigos. "Hago lo que me sale del mismísimo coño", fue toda la explicación. Y completó el argumentario con otro corte de mangas verbal: "Tómate una copita de champán que se te da muy bien" -ella misma ha contado que cuando bebe pierde la compostura-. "Tómate tú otra cosita", le devolvió entonces su interlocutora. El sainete continuó con un par de escenas de los secundarios: Víctor Sandoval, de profesión ex de un tal Nacho Polo, se arrodilla cortando el paso a Belén, tratando en vano de preservar el honor que cree mancillado de su amiga; mientras, Ylenia, exconcursante de Gandía Shore, retoma la barra libre: "Olvido se sigue tomando copitas para ir a hacer la perra". El clímax de la historia llega con un primer plano de Belén confesando, al borde del llanto, que ella ya no toma nada "gracias a Dios" y pidiendo al público que expulse a Hormigos del programa porque si no eso va a ser "la matanza de Guadalix".
Sin llegar al aplauso, Fermín Bouza, catedrático de Sociología de la Universidad Complutense, no esconde que cuando cae derrengado en el sofá y se encuentra con Gran Hermano VIP o similar lo ve "con gusto". Igual que los tres millones y medio de personas que han confirmado, otra vez, el éxito del reality más básico. El entretenimiento barato, la pelea en el barro, la televisión chunga sigue siendo un pelotazo. "¡Y eso que me importa un pepino!", clama Bouza. ¿Entonces? "Los sociólogos lo llamamos restitución de lo comunitario, la gente tiene hambre de historias privadas. Una de las nostalgias más potentes de la vida urbana es la vida del pueblo, saber si la vecina se ha echado novio o le ha dejado. Eso libera mucho y la telenovelización viene a cumplir esa función. Claro que también hay impostura por parte de cierta gente, hacen como que lo miran y no lo comprenden", teoriza el catedrático.
Belén Esteban, por cierto, tiene novio, se llama Miguel y le ha dejado a cargo de su hija Andrea y de su madre. La ex de Jesulín y tertuliana de Sálvame lleva 17 años en la primera línea de la "televisión popular" y es la verdadera celebrity del concurso de Telecinco. "No necesita hacer nada especial, ella representa a la señora de su casa, la de la empanadilla, a la mujer de la periferia de Madrid, a la chica de barrio. Nos tiene pasmados precisamente porque es así. Los demás son actores, pero ella no actúa".
«Como el balón de oro»
Confirma la teoría de Bouza el representante de Belén, Toño Sanchís, que también dirige los intereses pecuniarios de Olvido Hormigos, la exedil socialista de Los Yébenes (Toledo) que entró en el negocio de la tele con un vídeo erótico que circuló por internet; de Coman, el concursante negro de Adán y Eva; y de Ylenia, la exparticipante más popular de Gandía Shore. "Belén es como el balón de oro, está ahí porque la gente quiere, ella no se ha puesto el título de princesa del pueblo. Su éxito es la naturalidad. Ella no va de nada, ni vive en La Moraleja y por eso la gente se identifica, porque habla de sus problemas, porque tiene dos hermanos en paro, su madre cobra la pensión mínima... Y la gente dice: ¡Como yo!".
- ¿Y Olvido Hormigos? ¿Por qué la llaman de tantos realities?
- Ella representa lo que ya no somos. Mantiene cierta espontaneidad en sus conductas, es la aspirante a romper las normas y la miramos mal porque somos más comedidos. Pero nos fascina -explica Fermín Bouza-.
Su representante viene a decir algo parecido, pero con otras palabras. "Muchas mujeres la odian porque en el fondo les gustaría hacer lo que ella hace y aunque les resulta antipática despierta curiosidad. A los hombres les gusta porque es guapa y genera morbo".
Más allá de la explicación sociológica, hay otra de mucho peso: la rentabilidad empresarial. "GH VIP es como un chicle que se estira. No tiene ya sabor, pero es entretenimiento barato que no te hace pensar y te hace pasar un rato. Pese a no tener elevados costes, le dotan de un envoltorio llamativo, una buena producción, un hueco en el prime time, mucha visibilidad en otros programas de la cadena...", enumera Juan Francisco Gutiérrez, profesor de Periodismo en la Universidad de Málaga y experto en televisión. Ahora que están de moda los realities de cantantes, cocineros, montañeros... GH VIP se ha quedado prácticamente solo como concurso de convivencia. "Se ha convertido en un género en sí mismo y tiene unos códigos distintos a los demás programas. Aquí lo que funciona es el conflicto, el amor...", apunta Gutiérrez.
Pero parece que habrá más de lo primero. "Me duelen los cruces dialécticos, pero yo no puedo decirle a Belén que no diga esto o aquello, no puedes tunear al personaje, no puedes manipularlo porque ese es su registro, su identidad y a la gente no le gustaría otro", advierte Toño Sánchís.
- ¿No le ha hecho ni una sola advertencia?
- Lo único que le dije fue: No digas palabrotas que queda muy feo. Sabía que le iba a costar.
- ¿Por qué ha ido?
- Belén es una devora realities, aunque a un concurso como Supervivientes, por ejemplo, nunca podría ir porque es diabética y correría riesgos. Le encanta el formato, pero le ha costado decir que sí a Gran Hermano VIP porque está estable emocional y sentimentalmente. Claro que ella nunca hace nada que no quiera.
«No venía maleado»
El sociólogo Fermín Bouza apunta a dos motivaciones. No solo aplicables a Belén Esteban, sino a todos. "El dinero es importante, la mayoría no tienen otro modo de vida. Claro que si les dejaran elegir seguirían yendo a la televisión porque les construye, les hace ser alguien. Cada uno tiene que encontrar su lugar en el mundo y el de ellos es ese. Si dejan de salir se convierten en José Pérez, que no tiene ni de qué vivir ni de qué presumir".
A Belén Esteban le está dando para vivir casi veinte años. Lo ve y casi no lo cree su propio representante.
- ¿No tiene fecha de caducidad?
- Yo a Belén se la busco y no la encuentro. Tardará muchos años en crearse otra figura televisiva como ella. Cada día me asombro más, vas a un centro comercial y la gente le pasa a sus bebés para que los toque como si fuera la Virgen de Regla. En Argentina un ojeador de personajes me preguntó cómo podían crear una Belén Esteban allí. Pero el personaje nace, no se crea. Si se crea se acaba desmontando.
Sanchís tiene el ojo bien entrenado para detectar personajes televisivos rentables y en cuanto vio a Coman y a Ylenia, les ofreció sus servicios. "En Coman vi a alguien distinto, no venía maleado ni resabiado y a Ylenia la vimos en un casting y la captamos porque es muy impulsiva y llama la atención. Además, tiene un público adolescente detrás". El recorrido de Coman e Ylenia está por ver. Y si no resultan, Toño Sanchís no se va a echar las manos a la cabeza. Que lo ha visto antes. "Cuando Bibiana fue a Supervivientes todos pensamos que iba a llegar muy lejos, que tiene más de un millón de seguidores en Instagram. Y aún así no pudo ser, me quedé muy sorprendido, y ella también".
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