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Revive la actuación de Nebulossa en Eurovisión 2024: Malmö canta 'Zorra' pero no convence

Todos los detalles del espectáculo que han ofrecido este sábado Mery Bas, Mark Dasousa y sus bailarines en la gran final del festival

Marta Palacios

Valencia

Domingo, 12 de mayo 2024, 18:51

Eurovisión 2024 no «zorreó» con Nebulossa. Al menos, en cuestión de votos, ya que los eurofans que se encontraban el sábado en el Malmö Arena para presenciar el directo la final del festival corearon la canción a todo pulmón. No hubo palabra del estribillo que no cantaran ni 'zorra' que no se escuchara desde cualquier rincón del recinto.

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A pesar de que el público acompañó a Mery Bas en todo momento y disfrutó con la actuación de los bailarines, el dúo valenciano quedó en la parte baja de la tabla, concretamente terminó en 22ª posición: hay que recordar que este año compitieron 25 países después de la expulsión de Países Bajos. Y es que, Eurovisión 2024 ha estado rodeado de polémica, con el telón de fondo de la guerra de Gaza y la participación de Israel.

La actuación, paso a paso

La actuación de España ha girado en torno a la palabra 'zorra' proyectada a lo largo de toda la actuación. La escenografía está inspirada en la decoración de los años 30 y el Art Déco y aprovecha todos los elementos del imponente escenario del Malmö Arena, una mega producción de la televisión pública sueca, SVT.

Un momento de la actuación de Nebulossa en Eurovisión 2024. EP

'Zorra' comienza con Mery Bas y los bailarines dentro de una jaula, una de las estructuras con las que este año ha contado el escenario de Eurovisión. En las pantallas de esta jaula se ha proyectado una gran cerradura roja que se ha convertido ya en una de las señas de identidad de la propuesta española. Esta cerradura ejemplifica la entrada a un cabaret clandestino al que Nebulossa invitan a todos los que alguna vez han sentido que necesitaban un lugar como este para liberarse de las etiquetas. El humo por todo el suelo del escenario ha completado un inicio de actuación envolvente. El grupo lo han completado Mark Dasousa con su keyguitar y la enérgica y sonriente Ana Villa con su batería electrónica y sus baquetas luminosas.

El público ha estado volcado de principio a fin. Han coreado toda la letra de la canción, especialmente los coros de «zorra, zorra, zorra». Además, el público europeo ha demostrado que la canción de España ha calado más allá de nuestras fronteras y en el estadio se ha coreado alto y claro el momento ya icónico del «soy más zorra todavía».

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AFP/Reuters

La propuesta de España es una llamada a la acción. Durante toda la actuación, los visuales han animado al público a corear las partes de la canción que ya se han hecho icónicas como el coro del «zorra, zorra, zorra» o el «soy más zorra todavía», ofreciéndole el micrófono al público. De esta forma, Nebulossa busca la interacción con la audiencia e invita a todo el mundo a ser partícipe de este mensaje de esperanza que es en sí la canción.

Los visuales son el hilo conductor de la propuesta española. La actuación ha comenzado con la jaula del escenario completamente abajo, resguardando a Mery Bas y a los bailarines Cesar Louzán e Iosu Martínez. Con este elemento se ejemplifican las cuatro paredes de un cabaret clandestino en el que la vocalista recibe a todo aquel que quiera entrar a través de una cerradura roja que se proyecta en todos los lados de estructura. La cerradura (o «zorradura», como la han renombrado los fans) es el paso de una sociedad que margina a aquel que es diferente hasta el mundo de liberación de Nebulossa. A medida que empieza a sonar la música, la jaula se va elevando hasta que desaparece por completo y pasa a formar parte de las lámparas del cabaret que se encuentran suspendidas sobre el escenario, haciendo uso así de este recurso del Malmö Arena.

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Mery Bas dirige el micrófono al público para que cante el ya mítico «soy más zorra todavía». EFE

En las últimas proyecciones de la canción se ve cómo aparece de nuevo la cerradura revelándose como un momento cumbre de la propuesta. En esta ocasión ya abierta y dando paso a una gran ciudad resplandeciente en la que tiene cabida todo aquel que quiera unirse al mensaje de 'zorra'.

El icónico sillón rojo de terciopelo tiene también mucho protagonismo. Durante el plano cenital en el que Mery Bas y los bailarines se recuestan en él, a la vocalista le salió este sábado un gesto espontáneo que no se había visto hasta ahora en ningún ensayo: le ha dió un beso en los labios a cada uno de los bailarines.

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