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Clara Alfonso
Valencia
Viernes, 24 de marzo 2023, 23:43
Desde que se estrenara hace más de seis años, por el programa de Carlos Sobera han pasado solteros y solteras con gustos y aficiones muy variadas. A pesar del paso del tiempo, los comensales del restaurante del amor no dejan de sorprender al público y al equipo del programa de Cuatro. Sin embargo, en 'First Dates' siempre hay situaciones que destacan sobre el resto.
La semana pasada, el restaurante del amor recibió la visita de Alexandra, una joven de San Petersburgo que llegó a España para vivir su propia aventura y estudiar el Erasmus. A la soltera le gusta mucho viajar y busca a un chico independiente que esté dispuesto a acompañarla.
Pablo, su cita, es azafato de vuelo y desde pequeño iba con su madre a ver despegar los aviones. Al ver a Alexandra se quedó tan impactado que no pudo evitar decir: «Me he quedado en blanco». El joven intentó mantener la compostura, pero ella tuvo la sensación de que era «muy cerrado» y que se podía haber impresionado con su belleza.
Durante la cena, Pablo quiso saber por qué había venido su cita a España y aprovechó para contarle que él había encontrado un trabajo mejor aquí que en Costa Rica porque allí le pedían un inglés perfecto. El soltero sentía que la conversación estaba fluyendo y no se dio cuenta de que Alexandra le estaba invitando a que fuera a Rusia a ligar con otras mujeres porque a las rusas le gustan mucho los latinos, les parecen «exóticos».
Los solteros hablaron de sus planes de futuro, de sus gustos por viajar e incluso, se repartieron las tareas de la casa. Pablo estaba feliz, pero ella sintió que tenía que llevar todo el rato la conversación y que su cita no le estaba preguntando por su vida.
En el momento de pagar la cena, Alexandra le dejó caer a Pablo que le gustaban los hombres que tomaban la iniciativa financiera, pero él no lo terminó de pillar.: «A mí no me importa pagar a medias porque yo gano bien, pero si pagas a medias no me vas a ver nunca más», le soltó ella antes de darle calabazas.
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