Ana Obregón y Bertín Osborne se derrumban juntos y detallan su noviazgo de dos meses

Ana Obregón se ha sentado junto a Bertín Osborne este lunes por la noche en 'Mi casa es la tuya', donde ha concedido su entrevista más íntima y personal y, la primera tras la muerte de su hijo.

La actriz, de 66 años, no ha podido evitar emocionarse al recordar a Aless Lecquio, que falleció por cáncer hace menos de dos años. Una perdida que todavía no ha superado. Y que reconoce que nunca va a hacer. La bióloga ha abierto su corazón y le ha relatado al presentador el sufrimiento que ha vivido desde que se enteró de que su hijo tenía cáncer. El cantante, por su parte, se ha sumado a este dolor. La historia de Ana ha hecho llorar también a Bertín, que guarda un gran cariño a Ana, con la que vivió un romance años atrás. Ambos estuvieron saliendo durante dos meses y lo han recordado en el espacio de Telecinco con cariño.

Ahora son grandes amigos. De hecho, la intérprete ha agradecido poder hablar con Bertín tras grabar la entrevista: «El dolor compartido es necesario y contigo, que te conozco de toda la vida y te quiero montón... Quizás es la entrevista más difícil de mi vida. Quizá también es la tuya. Pero abrirme contigo estoy encantada», comentaba Ana Obregón.

Iniciaron un tratamiento en Nueva York. «No se lo contamos a nadie», ha reconocido. Ni siquiera a su madre ni a sus amigas más cercanas. «Se enteraron por la prensa» de que estaban fuera del país. En ese momento, Ana le pidió perdón a su madre por «tener un hijo defectuoso». Siete meses fueron los que pasaron Ana y su hijo en un hospital neoyorquino: «En total hizo más de 100 quimios», recuerda la actriz.

Siempre se pregunta qué hubiera hecho alguien que no tuviera su poder adquisitivo. «Si no hubiera tenido dinero, me hubiera hasta prostituido por salvar a mi hijo y llevármelo a Nueva York», ha confesado. Además, ha querido aprovechar el espacio televisivo para agradecer la labor del empresario Amancio Ortega y las donaciones que hizo a Sanidad. «Quería dar las gracias por los 280 millones que donó, que dijo Pablo Iglesias que era la limosna del ricachón o algo así. Gracias a esa limosna se han salvado miles de vidas y lo puede utilizar todo el mundo», respondió su invitada.

Ana ha hablado durante toda la entrevista con orgullo de su hijo, que no tiró la toalla en ningún momento. «Alex animaba a través de Instagram a la gente que tenía cáncer». Además, afrontaba su enfermedad con humor y optimismo: «Habitación con vistas, por favor», así llegaba al hospital.

«Yo desaparecí del mapa cuando empezó a empeorar todo». «Hay muy poco que hacer», le dijeron los médicos. Ana no se lo podía creer. Creyó que habían conseguido vencer la batalla tras el tratamiento en Nueva York. «Volví a vivir», reconoce. Por lo que fue todo un jarro de agua fría cuando los profesionales le dijeron que no habían podido con el cáncer.

«Ahí dejé de ser fuerte», ha reconocido. Ana se despedía de su hijo en mayo, en plena pandemia, totalmente derrotada. «Estuve seis meses sin salir de mi habitación», recuerda. «Se me paró el mundo» tras el adiós a su hijo.

«Me perdono la vida todos los días», le ha dicho a Bertín. «Me cuesta mucho bailar y reir», le ha contado a Berlín. «Mi hijo me manda fuerzas. Tengo que seguir su legado y por ello he creado una fundación para investigar el cáncer».

Unos meses después de la muerte de su hijo, Ana perdía a su madre, con la que estaba muy unida. «No hay sitio todavía para entrar en el duelo de mi madre, no he podido». Volver a la televisión con las campanadas fue todo un reto para Ana. «Yo no era Ana Obregón ni lo seré nunca más».

Tras este desgarrador relato, Ana ha pasado a la cocina junto a Bertín y un invitado de lo más especial para la actriz, su amigo Luis Rollán. Los tres han charlado sobre el pasado de la bióloga y han contado algunas anécdotas de la intérprete, como que vació una playa entera de Ibiza pensando que una bolsa era una enorme medusa.

La historia más curiosa es la que comparte Obregón con Isabel Pantoja. Las dos comparten algo más que una amistad: están casadas, eso sí, por error. Según ha recordado Rollán, ambas se confundieron al firmar como testigos en su boda y ahora figura que son un matrimonio.

Aunque, lo que más ha sorprendido a Bertín y a Luis, ha sido la confesión que ha hecho Ana: «Estuve amenazada por ETA», ha contado, pero dejaron de seguirla cuando se quedó embarazada de Álex. «Mi hijo me salvó la vida».

Bertín ha sido el primero en sacar a la luz el romance que mantuvo con Ana durante dos meses. «Acabas de revelar el mayor secreto de la historia», bromeaba Ana. Y es que pocas personas sabían de esta relación.

«Bertín y yo hemos salido juntos pero lo dejamos porque los dos éramos un desastre». No obstante, los dos se guardan un gran cariño y se han reído al recordar momentos del pasado.

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