'TardeAR', el nuevo programa vespertino de Ana Rosa Quintana en Telecinco, se ha estrenado este lunes, 18 de septiembre, y lo ha hecho con un emotivo homenaje a las «grandes mujeres de la televisión» y en el que la comunicadora no ha querido olvidarse de María Teresa Campos, a la que le ha dedicado este primer programa.
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Tras sus palabras, el espacio ha arrancado con la actualidad del día y, entre ella, ha abordado la situación de Daniel Sancho, hijo del actor Rodolfo Sancho, que se encuentra en la cárcel provincial de Koh Samui tras ser acusado de asesinar en Tailandia al cirujano colombiano Edwin Arrieta.
Manu Marlasca, periodista especializado en la crónica de sucesos, ha sido el encargado de dar paso a unas «imágenes inéditas» que muestran como es la prisión por dentro y cómo es en ella el día a día del hijo del actor. «Sólo dos veces ha podido entrar la prensa a esas instalaciones [con el permiso del Gobierno del país] y una de las veces se hizo una grabación que corresponden a las imágenes que ha obtenido el reportero del programa», ha contado a Ana Rosa y al público del programa.
Así, a través de un vídeo, se pueden ver las intalaciones del interior de la prisión en la que Sancho lleva encarcelado 42 días. Según muestran estas imágenes y tal y como cuenta el reportero del programa en su locución, «a las 6 de la mañana, Daniel Sancho y el resto de reclusos amanecen en sus celdas. Cada una alberga a un total de 30 presos».
Los presos, cuenta el reportero del programa, «duermen sobre una fina colchoneta y en la entrada a las celdas hay una foto y el nombre de cada preso y se especifica, incluso, el número de reclusos que deben ir encadenados tras haber recibido un castigo».
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Dentro de la prisión, asegura, «la rutina es siempre la misma»: «tras el aseo, a las 8 de la mañana, los reclusos abarrotan el patio para el primero de los cuatro recuentos diarios». Aquí, dice, es cuando entonan el himno nacional.
En las imágenes se pueden observar a presos con uniforme azul que «son los ya condenados», explica. «Daniel y el resto de presos preventivos visten un uniforme de color marrón».
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Además del «extricto control de drogas» al que son sometidos todos los presos, «los funcionarios de la prisión registran minuciosamente las taquillas de todos».
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«Las luces de la cárcel se apagan a las 9 de la noche, cuando Daniel Sancho y el resto de reclusos se van a dormir», cuenta el programa. «Si nada cambia, esta va a ser su realidad en los próximos 15 años», concluye el reportero.
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