Ancor Montaner, ganador de 'Maestros de la costura': «Hay que arriesgarse a salir de nuestra zona de confort»

El nombre de Ancor no es muy habitual en tierras valencianas, como tampoco lo es la manera de ser y hacer de quien lo lleva. Hablamos en este caso de Ancor Montaner, ganador de 'Maestros de la costura 4', que ha logrado conquistar a los jueces, a sus compañeros y al público no sólo por su exquisito gusto y buen trabajo, sino también por su jovial y afable carácter. Y haciendo gala de su nombre, que significa guerrero guanche, la mayor gesta de este vecino de l'Eliana ha sido ganar tras haber sido recuperado de una expulsión, algo hasta ahora impensable en un reality de televisión.

-¿Cuándo y cómo empezaste a coser y qué te motivó a hacerlo?

Empecé a coser cuando vi que los trajes con los que yo pretendía vestir a mi mujer para retratarla al óleo no los vendían en las tiendas. Yo quería retratarla como si fuese una dama en diferentes épocas del siglo XIX y XX, para hacerlo bien la ambientación del vestuario y del maquillaje debía ser perfecta. Lo que hice fue pedirle a mi abuela que me enseñase a usar su vieja máquina de coser y ella me enseñó lo básico. A partir de ahí empecé a investigar por mi cuenta en revistas y libros antiguos, como el del sistema Martí, a ver tutoriales de internet y a practicar, practicar y practicar.

-¿Cómo decidiste entrar en el programa 'Maestros de la costura'?

Fue mi mujer la que me apuntó «a traición». El año anterior ya lo había intentado, pero me quedé a las puertas. Este año estaba un poco desanimado al respecto, pero mi mujer me apuntó y me animó a que participase en el proceso de selección. Cada casting que superaba era como un sueño que no acababa de creerme y mi mujer me insistía en que si me habían seleccionado era porque habían visto algo en mí.

-¿De quién has aprendido más en tu paso por el taller de TVE?

De todos. Tanto de mis compañeros como de los jueces (Caprile, María Escoté y Palomo Spain). Todos son unos artistas y todos tienen mucho que aportar. También he aprendido mucho de Raquel Sánchez Silva, cuya cercanía y autenticidad la hacen única. Es una profesional como la copa de un pino.

-¿Alguna lección especial que te haya quedado?

Que hay que arriesgarse a salir de nuestra zona de confort, aunque solo sea por si acaso. Y que hay muchas visiones sobre lo que es moda y lo que no, y que hay que tener la mente abierta porque solo así podemos aprender y ampliar nuestros conocimientos.

-¿De no ser tú, qué compañero te hubiera gustado que ganara 'Maestros de la Costura'?

Yo creo que el mérito y el trabajo duro deben ir de la mano, por eso me hubiera gustado que ganaran los compañeros que más se lo han trabajado, que más interés han puesto y que más se han permitido aprender. Yo creo que Mily o Yelimar siempre han tenido una actitud muy positiva y han sabido aprender de los comentarios de los jueces, además de que las dos cosen muy bien y tienen estilo.

-¿Cuáles son tus planes profesionales tras el programa?

Me gustaría tener mi propio atelier donde poder diseñar y coser a medida, un espacio donde poder inspirarme y crear mis prendas de manera exclusiva y personalizada.

-¿Te planteas seguir formándote aunque eso suponga tener que irte de Valencia?

Me encanta aprender y creo que uno nunca sabe lo suficiente ni de su tema favorito, así que sí, si se me ofrece la oportunidad la aprovecharé gustosamente.

-¿En qué otros estilos de confección crees que podrías sentirte a gusto, además de 50's?

El estilo de los años 40 y 60 también me gusta y me inspira. Pero también me apasiona la moda del siglo XIX. Lo que tengo claro es que una cosa es hacer una reproducción de un traje de la época victoriana o de los años 40 para una película, el teatro o un evento temático y otra es diseñar y confeccionar un vestido «inspirado» en la silueta de los años 50 para una celebración actual. Y ambas cosas me apasionan a partes iguales.

-Además de tu mujer, ¿qué otras personas te inspiran para crear?

Las actrices del Hollywood de los años 30, 40 y 50. Dicho esto, cuando una cliente viene y me pide que le diseñe y le confeccione un traje o un vestido procuro inspirarme en los gustos de la persona y las características del evento, pero siempre buscando aquello que más le favorezca a su figura y su personalidad, para evitar que vaya disfrazada o que no se sienta cómoda.

un color: el azul

una serie de televisión: La maravillosa señora Maisel

un libro: La Catedral del Mar

un artista: Edith Head (me hubiera encantado conocerla)

un viaje: a Plymouth, Inglaterra (vivimos allí durante año y medio y lo recuerdo con mucho cariño)